Cómo volver a confiar en los demás

Si alguna vez te has sentido traicionada por alguien que amas seguramente sabes lo difícil que puede ser volver a confiar en los demás. Lo mismo da si algo lamentable sucedió con una amiga, tu pareja, o incluso con uno de tus padres, este tipo de experiencia puede afectar negativamente todas tus relaciones futuras. O no, si tu así lo eliges.

El pasarte la vida sospechando de los motivos de los demás no es más que un mecanismo de defensa. ¿Y por qué utilizamos mecanismos de defensa? Para protegernos de aquello que tememos. Así es, el miedo es lo que nos impide confiar en los demás.

Si eres una de las mujeres que, como  yo, te cuesta o te ha costado mucho trabajo confiar en los demás, te invito a seguir estos cuatro sencillos pasos que estoy segura te ayudaran tanto como a mí:

1. Reconoce conscientemente lo que sientes

Para recuperar la confianza, antes que nada tienes que darte tiempo para sanar, y para hacerlo necesitas reconocer conscientemente lo que estas sintiendo. ¿Sientes tristeza, culpa, enfado, desilusión, depresión, soledad o miedo? Lo más probable es que sientas una combinación de todas estas emociones y quizá otras más. Date permiso a ti misma de reconocer plenamente cada sentimiento.

2. Haz una relación entre la emoción y la acción

Después de reconocer lo que sientes, reflexiona sobre la acción o acciones que te hicieron sentir de esa manera.  ¿Tu pareja tuvo una aventurilla con otra mujer? ¿Un amigo querido te robó los ahorros de toda tu vida? ¿Descubriste que tu mejor amiga te ha estado mintiendo sobre algo importante?

Por cada acción que recuerdes observa las emociones que sientes.  Normalmente el simple hecho de pensar en una acción nos hace sentir algo.  Escribe mentalmente ese sentimiento junto a cada acción.  Es posible que te sientas impotente, frustrada y avergonzada al pensar en un engaño amoroso. O quizá te sientas enfurecida, decepcionada y herida a causa de las mentiras.

3. Descubre tus pensamientos más profundos

Después de reconocer cuáles son tus sentimientos en lo que respecta a las acciones de esa persona en quien confiabas, el siguiente paso es descubrir tus pensamientos subyacentes. ¿Por qué? Porque las emociones se activan por medio de nuestros pensamientos. Y nuestros pensamientos son la única cosa que SIEMPRE podemos controlar.

Escribe o reflexiona sobre lo que piensas acerca de cada acción que identificaste anteriormente. Si, por ejemplo, te sentiste traicionada por tu pareja puedes estar pensando algo así: “El me mintió y yo fui una estúpida por creerle, seguramente nunca me amó, ¿por qué siempre me tratan de esta manera?, me pregunto si es porque no soy tan bonita como la otra, he desperdiciado tantos años de mi vida por nada, es un canalla, debí haber escuchado a mis amigos.”

Recuerda que TUS pensamientos acerca de las acciones son los que desencadenan TUS sentimientos, y no los actos por sí mismos. Esto te ayudará a darte cuenta de que TÚ tienes el poder de cambiar lo que sientes.

No, eso no quiere decir que lo que la otra persona hizo esta bien. Y no, tampoco quiere decir que vas a comenzar a sentirte estupendamente bien de inmediato. ¿Pero no te sientes mejor al saber que TÚ y SOLO TU estas en completo control de tu felicidad?

4. Elige tu misma como quieres seguir viviendo tu vida

TÚ puedes elegir si quieres obsesionarte por una traición que terminó, o cambió radicalmente, una relación. TÚ puedes elegir si quieres seguir viviendo sin aceptar que tus propios pensamientos son la causa de tu tristeza. TÚ puedes elegir el seguir guardando rencor contra los demás por sus acciones.

Como alternativa, TÚ puedes elegir el darte crédito por tener el valor de perdonar.  TÚ puedes vivir agradecida por tu propia fuerza de carácter que ha sido creada como consecuencia de las dificultades que has enfrentado en la vida. TÚ puedes elegir el reemplazar tus pensamientos negativos con pensamientos de comprensión y compasión. TÚ puedes elegir el valorar tus experiencias del pasado como contribuidoras de tu propio crecimiento como mujer. TÚ puedes dejar ir los dramas, TÚ puedes amar sin miedo, y TÚ puedes tener otra vez confianza en la perfección del universo.

¡Todas estas son las opciones que tienes para determinar cómo decides experimentar la vida. Y la persona que tiene la oportunidad de hacer cada elección no es otra más que TÚ!

¿Así que, qué eliges: chantajear tu propio potencial de crecimiento como mujer o volver a abrir tu corazón?

¿Y ahora cómo le hago?

Cuando pasamos de los cuarenta, creo que algo que la mayoría de las mujeres hemos experimentado alguna vez es ese sentimiento incomodo de pasar de un momento a otro del “¿y ahora qué hago?” al “¿y ahora cómo le hago?”

Ya sabes: De no tener trabajo a tener de repente una pila de proyectos por cumplir.  De sentir que todo está bajo control en casa a que súbitamente se te acumulan las tareas del hogar.  De no tener nada que hacer el fin de semana a que repentinamente te salgan cuatro eventos sociales el mismo día.

Mientras que es una verdadera bendición el tener trabajo, ocupaciones y vida social, la verdad es que el sentimiento de que eres TÚ y solo tú la que tiene la responsabilidad de cumplir con TODO puede llegar a ser agobiante.

Pero recuerda que NO ESTAS SOLA.   Tienes el amor y el apoyo de tus seres queridos que, aunque no hagan ellos físicamente nada en particular, están ahí para ayudarte a lidiar con cada situación.  Finalmente son ellos  los que han estado  junto a ti en todo momento para llegar a donde estas ahora.  A SER quien eres hoy.

Tu pareja no va a hacer tu trabajo por ti, pero está ahí para comprender que estas ocupada y que está bien si necesitas pasar más horas en tu oficina que lo normal.  Tus hijos no van a preparar la comida pero te pueden apoyar con otras labores del hogar.  Tus parientes y amigos no van a asistir en tu lugar a todos los eventos sociales a los que has sido invitada, pero comprenderán de corazón cuando les expliques el porqué no puedes atender el bautizo de su hijo o su fiesta de aniversario.

Como mujeres estamos acostumbradas a apoyar a los demás y a olvidarnos que tenemos una “tribu” de gente que nos ama y que podemos contar con ellos SIEMPRE.  No importa si están cerca o lejos.  Lo importante es que ESTAN y que son parte de lo que nosotras mismas somos.

Nos MERECEMOS ese apoyo incondicional y tenemos el DERECHO a pedirlo.

Por eso la próxima vez que sientas que una situación se “te atora”, recuerda que es TU decisión como deseas lidiar con cada experiencia que vives y que al mismo tiempo cuentas con gente que te ama para apoyarte en esa decisión.

Y si sientes que alguien no te apoya es porque muy probablemente, y a fin de cuentas, no lo necesitas.

No me malentiendas…

No hay nada más desgastante y triste que vivir la experiencia de un malentendido, especialmente cuando éste sucede con una persona querida.

A ninguna nos gusta discutir con alguien que amamos, y menos cuando al final de la discusión nos damos cuenta de que en realidad nunca existió problema alguno, sino que circunstancias externas son las que nos hicieron apreciar una situación determinada de una manera diferente.

Es que nunca me avisaste que llegarías tarde y me quedé esperándote” le reclamamos a nuestra pareja, para más tarde darnos cuenta de que nos envió un mensaje de texto (que nunca vimos) diciéndonos que estaba atorado en el tráfico.  “Te envié tres emails y nunca me contestaste mamá” nos dice nuestra hija que está estudiando lejos con lagrimas de frustración en los ojos, mientras que los mensajes han sido guardados sin nosotras saberlo en la charola de SPAM de nuestro proveedor de email.

Creo que a todas nos ha pasado algo similar en alguna ocasión y nos puede volver a suceder en cualquier momento.  La buena noticia es que los malentendidos se pueden evitar, o por lo menos los puedes hacer menos desgastantes si sigues estos tres sencillos consejos:

Recuerda la ley del espejo

Esto es lo mismo que decir “ponte en el lugar de la otra persona”.   Imagínate que estas sentada frente a la otra persona como si fueran la imagen en el espejo la una de la otra.  Ahora imagínate que alguien dice: “Volteen a su derecha”.  ¿Qué sucede?  ¡Exacto! Tu derecha es la izquierda de la otra persona.  Ni tu ni ella están “mal”, simplemente están viviendo la misma experiencia desde otro punto de vista.  Si reconoces esto te será más fácil lidiar con cualquier malentendido.

La tecnología es una bendición hasta que no lo es

¡Yo amo la tecnología! La amo porque me ayuda a mantenerme conectada con mi gente querida a pesar de la distancia.  La amo porque gracias a ella puedo conectarme con las más de 45mil mujeres que siguen este blog.  Pero la tecnología NO es infalible.  Los emails a veces se pierden en lo que yo llamo el “limbo tecnológico”, los mensajes de texto en ocasiones tardan hasta 24 horas en pasar de un usuario al otro, las líneas telefónicas pueden no conectar cuando queremos, etc.  Si estas basando la comunicación con tus seres queridos en el uso de tecnología, recuerda que esta puede llegar a fallar.  Simplemente no permitas que TUS relaciones fallen debido a eso.

Tú decides como vivir cada experiencia

Recuerda que la felicidad es una decisión y no una experiencia.  Tú tienes el poder de elegir SER feliz en una relación con o sin malentendidos.  Tu experiencia de felicidad en esa relación será el resultado de tu elección.  Elige en todo momento SER feliz y deja que los malentendidos sean simplemente eso y que NO te dicten como vivir TU vida.

Un matrimonio de risa

Hay que aceptarlo: no hay nada más sexy que un hombre que nos hace reír.  Y si ese hombre resulta que es nuestra pareja ¡pues que mejor!

La risa nos mantiene saludables, de buen humor y con el espíritu en alto.  Una sonrisa es el mejor accesorio con el que contamos nosotras las mujeres. Y lo mejor de todo es que reír ¡es totalmente gratis!

Un hombre que sabe muy bien esto es el simpático comediante Tim Hawkins.  Tim tiene el gran don de hacer reír a los demás aun cuando el tema de sus chistes es su propio matrimonio.

En el video que comparto hoy, Tim junto con otros dos comediantes, comparten de una manera muy divertida sus experiencias matrimoniales.

Espero que lo disfruten y que recuerden siempre que uno de los secretos de cualquier relación exitosa es el no tomarse la vida tan en serio.   A fin de cuentas somos nosotras mismas las que tenemos el poder de decidir si queremos hacer de nuestra vida un drama o una aventura divertida.

¡Así que mejor tratemos de hacer de cada momento de nuestra relación un motivo de diversión!

Para ver el video con subtítulos en Español haz clic en el triángulo solamente UNA VEZ. Por favor ten un poco de paciencia ya que el video puede tardar unos segundos en comenzar.