Las dos palomitas azules

Si eres usuaria de WhatsApp sabes exactamente a lo que me refiero; si no, te explico con gusto que la famosa aplicación de chat te indica cuando la otra persona ya leyó tu mensaje con dos palomitas azules.

Mientras tu último mensaje sea un “hablamos luego” o “adiós” o algo similar, es de esperar que la conversación termine en las dichosas palomitas azules y no hay problema. La molestia surge cuando contactas a alguien para preguntarle algo, o charlar, compartir algo, ver cómo se encuentra, o cualquier otro asunto, y pasan varios minutos, u horas o días de que el mensaje fue leído y no recibes respuesta alguna.

Dicen por ahí que cuando alguien te ignora o te rechaza tu cuerpo produce la misma reacción química que cuando te haces una herida física. Y muchas mujeres sentimos que alguien nos “deje en dos palomitas azules” es una clara forma de rechazo.

El rechazo, en todas sus formas, es indudablemente doloroso, pero creo que lo importante es aprender de la experiencia y no permitir que te defina. El secreto es poner cada situación en perspectiva y no generalizar. Si por ejemplo experimentas un rechazo que está relacionado con una oferta laboral, no te declares a ti misma incompetente. O si se trata de un rechazo de una persona con la que tienes un interés personal, no concluyas que no sirves para tener relaciones amorosas.

La opinión del que te rechaza es SUYA, y nada tiene que ver con quien tú eres. Recuerda que lo que los demás piensan de ti solo es verdad si tú permites que así lo sea.

Mi invitación es que la próxima vez que te sientas ignorada o rechazada te preguntes “¿para qué está sucediendo esto y qué puedo aprender de esta situación?” De esa manera en lugar de solo tolerar el dolor que la experiencia te pueda causar, mejor usas la oportunidad para seguir creciendo como persona.

Al fin de cuentas “las dos palomitas” pueden ser buenas maestras, ya que nos indican las relaciones o conversaciones que sí vale la pena seguir fomentando y cuales es mejor dejar de lado porque no las necesitamos ya que no nos sirven para ser felices.

40ymas el Libro

Que extraño es eso de extrañar

Que extraño es eso de extrañar

Sin temor a equivocarme, estoy segura que todas las mujeres de más de 40 hemos extrañado algo o a alguien alguna vez en nuestras vidas. Es totalmente normal el creer que una persona o un lugar especial fueron tan importantes para nosotras que nos sentimos de alguna manera “incompletas” si no están más presentes.

En francés se dice “tu me manques” cuando quieres expresar que extrañas a alguien, literalmente se traduce como “tú me haces falta”. Pero, ¿te has puesto alguna vez a pensar si lo que echas de menos, o lo que “te hace falta”, es la persona o el cómo te sentiste cuando estabas con esta persona?

Cuando reconoces que tú eres quien decide tu experiencia y que tú decides como responder a cada momento que se te presenta, te das cuenta que no necesitas a alguien o algo específico en tu vida para sentirte bien.

Con esto no quiero decir que está mal extrañar a alguien querido que está lejos o que falleció, o recordar con algo de nostalgia un momento o lugar donde has vivido algo lindo; lo que creo que es importante es darnos cuenta que cuando alguien sale completamente de nuestra vida – por cualquier circunstancia – es totalmente nuestra decisión si nos quedamos atoradas en el recuerdo de lo que sentimos cuando estábamos con él o con ella, o si elegimos crear nosotras mismas el mismo sentimiento sin la necesidad de esa persona.

Si echas de menos a alguien que te hacía sentir sexy, o inteligente, o divertida, o joven, recuerda que lo que extrañas es el sentimiento y que tú misma tienes todo el poder para seguir sintiéndote igual ya que tú eres todas esas cosas ¡y más!

Por eso la próxima vez que te encuentres extrañando a alguien que ya no es parte de tu vida, te invito a analizar qué es realmente lo que sientes, y a recordar que tú no necesitas de esa persona para ser la mujer maravillosa que ya eres.

4 años más tarde…

4 años

Acabo de caer en cuenta que el último artículo que escribí en este espacio de 40ymas.com fue en diciembre de 2014… ¡hace un poco más de 4 años!

Mucho ha sucedido en este tiempo que demuestra que el proyecto que comencé 10 años atrás está completamente alineado con lo que muchas mujeres hemos buscado en esta última década: empoderarnos para que nuestra voz sea escuchada. Movimientos como #MeToo y las marchas femeninas que se han dado en todo el mundo por los derechos de las mujeres confirman que juntas hemos estado forjando el camino para hacer que ese mundo sea más equitativo y equilibrado. Un mundo donde reconozcamos que la energía femenina y masculina no son exclusivas, sino inclusivas.

Por mi parte, dejé de escribir en este espacio que fue mi motor durante muchos años no porque no tuviera nada que decir. Decidí conscientemente que era hora de llevar la teoría a la práctica. De llevar lo que escribí durante 6 años continuos a mi realidad actual, a mi trabajo en el mundo corporativo.

Han sido 4 años de emociones intensas, de mudanzas, de cambios, de viajes, de retos que nunca imaginé; pero sobre todo de oportunidades de compartir con las mujeres (y los hombres) con los que he colaborado mi forma de ver esta aventura llamada vida. No con palabras escritas, sino con hechos. Ha sido una gran experiencia de convertir quien SOY en lo que HAGO.

Mientras tanto cerré una nueva década ¡y acabo de cumplir 50! Debo confesar que me siento mejor que nunca, llena de energía y de historias que compartir. Es por esto que he decidido recomenzar a escribir en este espacio.

Muchas de las que me acompañaron en un principio ya deben ser maravillosas mujeres de 50ymás con nuevas experiencias e inquietudes y ¡me siento muy emocionada de retomar la conversación con ustedes y seguir creciendo juntas!

Crea el 2015 que deseas

2015Hace mucho tiempo que deje de hacer propósitos de año nuevo, porque estoy convencida de que no sirven.  Los propósitos son limitantes y, aceptémoslo, muy frustrantes cuando no los cumplimos o materializamos durante las primeras semanas del año.

Por eso llevo varios años que decidí enfocar mi energía en un tema específico sobre el cual elijo basar mis decisiones, acciones, sentimientos y pensamientos durante los 365 días que dura el nuevo ciclo que inicia cada 1º de enero.

Después de un año de DESAPEGO durante 2013, hace exactamente un año compartí en este espacio mi tema para el 2014: LA ATRACCIÓN.  Mi idea era atraer a mi vida todo lo mejor y nada más que lo mejor para ocupar todos los espacios que abrí durante el año anterior.

Y la pregunta obliga: ¿Funcionó? ¿Realmente atraje a mi vida todo lo que deseaba en mi corazón?

Pues les comparto que SI y NO.

En el aspecto laboral llegó un nuevo trabajo a mi vida, el cual yo estaba segura en su momento que era lo mejor que me pudo haber sucedido.

En lo romántico también inicié una nueva relación, y estaba segura en su momento que esa persona era justamente quién había estado esperando toda mi vida.

Pero en este momento no puedo afirmar lo mismo en ninguno de los dos casos.  ¿Por qué? Porque en ambas situaciones me acabo de dar cuenta que me ha faltado un elemento muy importante, que es precisamente el tema que he elegido para 2015: LA CREACIÓN.

Porque no es suficiente ATRAER algo bueno a tu vida si no trabajas día a día para que esa situación sea la mejor, no solo para ti, sino para todas las personas involucradas.

Cualquier relación, ya sea laboral o sentimental, requiere de trabajo, requiere de esfuerzo, requiere de tu poder creativo minuto a minuto para percibirla, convertirla y mantenerla como algo positivo, como un espacio de crecimiento y aprendizaje en donde, la verdad, hay que echarle muchas ganas, corazón y mente para que funcione.

Es por esto que mi tema para el año que comienza en unos días es CREAR.

Crear lo mejor y nada más que lo mejor para mí, no solo con lo que atraigo a mi vida, sino con lo que YA EXISTE en ella.

Tomo la responsabilidad de CREAR para mí misma el 2015 que deseo y merezco.

Y tu amiga de 40ymás:

¿Qué tema eliges para el nuevo año?