¿Quién te lo impide?

¿Te gustaría tomar un curso o taller sobre algo que te apasiona, o adoptar un nuevo hobby, o cambiar de trabajo, o iniciar un negocio propio, o retomar tu carrera universitaria, o volver a la escuela y terminar la preparatoria…?

¿Contestaste SI a alguna de las preguntas anteriores? Entonces, te has preguntado alguna vez “¿por qué no lo hago y qué es lo que me impide que cumpla mi sueño de hacer lo que deseo académicamente o profesionalmente?”

Seguramente tu respuesta sonará algo como: “porque… no tengo dinero, no tengo tiempo, no tengo el apoyo de mi familia, no tengo la edad, no tengo la seguridad de que lo pueda lograr…”

En realidad todo lo anterior son solo excusas.  Son maneras de responsabilizar a otros de tu éxito o fracaso en la vida y de manifestar tu miedo a descubrir que en realidad tienes la capacidad de llegar tan alto y tan lejos como tú te lo propongas.

Así es, quien generalmente nos impide que logremos nuestros sueños y alcancemos nuestras metas no es nadie más que nosotras mismas.  Las mujeres somos muy buenas para boicotear nuestra felicidad cuando en el fondo de nuestro corazón sabemos muy bien que contamos con una gran fortaleza y tenacidad.

Esa fortaleza y tenacidad las usamos día a día para proteger a nuestra familia de las adversidades y para impulsar a nuestros hijos a crecer como personas integras.  Y se nos olvida que esas cualidades tan femeninas las podemos usar también a nuestro favor para convertir nuestros anhelos en experiencias personales que nos lleven a la plenitud.

Por eso te invito a que en tu próximo momento de  calma y reflexión tomes papel y lápiz y anotes eso que te gustaría con todo tu corazón hacer o estudiar o emprender.   Luego escribe todas las “excusas” que te has dado hasta ahora para no materializar tus sueños.  Finalmente, anota junto a cada excusa un muy grande “¡SI PUEDO!”, cierra tus ojos y visualízate sobrellevando esos obstáculos que has creado en tu mente.

Porque TU puedes hacer todo lo que deseas para ser feliz siempre y cuando creas en ti misma y en tu potencial para hacerlo y serlo.

Viviendo deprisa

“Tenía tanto que hacer que ya ni me dio tiempo de llegar a la reunión de mis amigas…”, “corrí todo el día pero no me alcanzaron las horas para llamarle a mi madre…”, “llegue tan tarde de trabajar que ya estaban dormidos los niños…”

Cuando vivimos nuestra vida enfocadas solamente en lo que deseamos alcanzar en el futuro nos arriesgamos a que, en el deseo de llegar pronto a ese lugar que pensamos que queremos llegar, lo único que logremos sea sentir que nos pasamos la vida corriendo.

Corremos cada vez más rápido porque así sentimos que nos acercamos más pronto a nuestro objetivo.  Vivimos  corriendo aunque tropecemos, pues creemos que esos tropiezos son los retos que nos hacen levantarnos con más ganas de seguir corriendo.  Corremos porque creemos que estar en constante movimiento es mejor que no hacer nada.

Pero la mayoría de las veces por hacer de nuestras vidas una carrera hacia el futuro nos olvidamos de lo que realmente vale la pena en el PRESENTE.

Nos olvidamos de las personas que están a nuestro alrededor.  Nos olvidamos de detenernos de vez en cuando por un momento a disfrutar del paisaje.   Nos olvidamos de conectarnos con nosotras mismas. Perdemos de vista esas “pequeñeces” que son las que en realidad enriquecen nuestra vida… ¡y todo por vivirla deprisa!

El secreto para SER realmente feliz es vivir y disfrutar plenamente de cada momento PRESENTE.

Cuando el futuro – en lugar de tu momento presente – se convierte en tu máxima prioridad, lo único que estás haciendo es desgastando tu energía para “ganar” una carrera que ni siquiera existe.

¿Y tú… vives plenamente el hoy o vives corriendo hacia el mañana?

Cinco consejos para encontrar trabajo después de los 40

Muchas mujeres de más de cuarenta se encuentran actualmente tratando de encontrar trabajo, ya sea debido a que perdieron su empleo, o porque han decidido volver a trabajar después de haberse tomado unos años para tener hijos, o debido a que decidieron poner su carrera profesional a un lado mientras que su marido hacía crecer la suya.

Si estas buscando empleo y no lo encuentras inmediatamente lo primero que debes hacer es no desanimarte.   Echarle la culpa a las empresas que no contratan a mujeres de más de cierta edad y sentirte víctima de un sistema “injusto” no te va a servir de nada emocionalmente en el proceso de encontrar trabajo.  Mejor enfócate en como reinventarte a ti misma y así usar tu madurez, experiencia, pasión por la vida y conocimientos para encontrar algo que realmente te dé satisfacción y te interese.

Estos son cinco consejos que te pueden ser útiles si estas buscando empleo o tienes pensado comenzar a buscarlo próximamente:

1. Mantente actualizada.  Los conocimientos en el área de informática (computación) son especialmente importantes. Dependiendo de qué tipo de empleo buscas, asegúrate de tener conocimientos amplios de Internet y de todos programas basados ​​en Windows, tales como son el procesador de textos (Word), hojas de cálculo (Excel), base de datos (Access) y aplicaciones de presentación (PowerPoint).  Existen muchos cursos de informática gratis en internet (por ejemplo en www.aulaclic.es) los cuales incluyen ejercicios, video-tutoriales y evaluaciones.

2. Se  flexible.  Mantente abierta a la posibilidad de aceptar condiciones de trabajo flexibles como lo son: trabajo de medio tiempo, o trabajo compartido, o trabajar un horario que a un empleado más joven con obligaciones familiares no le es posible aceptar.

3. Busca empresas que tradicionalmente contratan a mujeres. Aunque la discriminación laboral es algo que no debería existir, lamentablemente es un hecho que se da en todo el mundo.  Pero afortunadamente existen muchas compañías que tienen un alto porcentaje de mujeres en su nómina.  Averigua que empresas existen en tu ciudad con este perfil y ponte en contacto con ellas. También visita la sección de “Ofertas de Trabajo” en el foro de la página de Facebook de 40ymas.com.  Este es un espacio que ha sido creado para que mujeres como tú anuncien vacantes en sus empresas y oportunidades de trabajo para otras mujeres de más de 40.

4. Haz uso de tus círculos y redes sociales. Esto es especialmente importante para las mujeres profesionistas que estamos buscando trabajo después de los 40 ya que muchos empleos en los niveles superiores generalmente no son anunciados abiertamente por las empresas.  Diles a tus amigos y conocidos que estas buscando empleo, y también es recomendable crear un perfil en LinkedIn para incrementar tu visibilidad y hacer uso de tus contactos a través del Internet. LinkedIn es algo así como el Facebook para profesionistas.

5. Considera iniciar tu propio negocio.  Aquí la clave es nunca dejar de creer en ti misma y en tu verdad.  Tienes que estar preparada a planificar bien  y a mantenerte abierta a recibir asesoramiento y ayuda, sin dejar de perder de vista tu objetivo.

¡Y nunca olvides que eres única y que si realmente crees en lo valiosa que ERES y en tu verdad siempre serás capaz de lograr todo lo que te propongas!

=========================================================================
Busca un empleo en tu ciudad usando la siguiente herramienta:

Tu voz: Encontré mi vocación después de los 40

Participación ganadora del concurso “Lo que hice por primera vez después de los 40”

Por Mónica López

Después de los 40 mi vida cambió y hoy mi plenitud es increíble con proyectos y propuestas que superan a las que tuve en otros momentos de mi vida.

Tuve mi familia, mis hijos -que son lo más lindo de la vida-  y mucha felicidad, pero cuando todo parecía transcurrir tranquilamente la vida me golpeó fuerte, porque me dejó sola a cargo de la familia.  Sufrí, lloré, me enojé, pero no me decaí. ¡Salí!

Si, salí al mundo con otra actitud: Le puse el pecho y decidí que era el momento mío, todo dependía de mí y eso me dio mucha fuerza.

Estudié y me recibí de profesora de Lengua y Literatura a los 45 años. Sí, me recibí de profesora y con toda la ilusión puesta en un futuro desconocido que se abría frente a mi… conseguí mis primeras escuelas… trabajé y aprendí desde el llano.

Hice el camino con fuerza y mucha ilusión.

Hoy que me faltan unos meses para cumplir 50 años vivo de mi profesión, estudio en la Universidad Nacional de Rosario para obtener una Maestría en Literatura y me siento dueña de mi vida.

Por esto yo digo que comencé después de los cuarenta, tomé fuerzas de mi experiencia y de mi sentido común para construir el camino que creía conveniente para esta etapa de la vida.

Y para sellar esta reflexión, lo más importante: “¡Descubrí mi vocación!” Disfruto enseñando y conviviendo con los adolescentes su aprendizaje y una parte del camino de nuestras vida.

Me mantiene viva, joven e ilusionada el saber que cada mañana me levanto a realizar una tarea que me completa como persona, ciudadana y mujer. ¡Me da felicidad!

Y lo descubrí a los 40ymás.