¿Quién es tu ardilla?

¿A qué le tenes miedo?Esta mañana fui a correr a un lugar que me encanta porque está lleno de ardillas que se cruzan en tu camino y te acompañan mientras haces ejercicio. Casi al final de mi recorrido vi a una niña de unos 5 o 6 años que gritó desesperadamente asustada cuando una pequeña ardilla se le acerco con curiosidad y ganas de jugar.  Su grito fue igual al que yo hubiera dado si se me hubiera acercado un gran perro rabioso.

Me quedó claro que la niñita nunca había visto una ardilla y esa fue la razón de su gran temor.  Y eso me puso a reflexionar sobre cuántas cosas como mujeres de 40 y más quizá nunca hemos visto, nunca hemos vivido, nunca hemos experimentado, y precisamente por eso sentimos un gran miedo cuando llegan a nuestra vida.

¿Cuáles son nuestras ardillas?

Si toda tu vida has vivido relaciones tóxicas, en las que tus parejas han sido agresivas física o emocionalmente, el día que llega a tu vida un hombre juguetón, que realmente desea conocerte como mujer, crecer contigo, compartir y disfrutar la vida juntos, es posible que reacciones con desconcierto y hasta con desconfianza.

Si tu “normal” hasta ahora ha sido trabajar para empresas a las cuales solo les importa tu desempeño y nunca se han preocupado por tu desarrollo profesional, y un día llega a tu vida un jefe (o una jefa) que busca crear un ambiente propicio para que sigas creciendo en tu carrera, no dudo que tu sentimiento inicial sea de cuestionamiento y rebeldía.

Si estas acostumbrada a ser la amiga que siempre organiza las reuniones, las cenas de Navidad y los convivios de generación y un día alguien toma la iniciativa de quitarte ese peso de encima, existe la posibilidad que te sientas invadida y hasta traicionada.

Por eso te invito a que antes de que pegues un grito de susto o frustración que haga huir a ese hombre, a ese jefe o a esa amiga, reflexiones sobre lo que realmente está sucediendo.

Aún a los 40ymás NO LO HEMOS VIVIDO TODO y es normal que cuando una situación nueva se presenta en nuestra vida nos de algo de miedo.  Ese escenario es como una ardilla que se acerca en toda bondad con la oportunidad de jugar con ella, de reír con ella y de disfrutar con ella.

Porque finalmente la vida es para eso: ¡para disfrutarla!

¿Cuál es tu EXTRA?

¿Qué es lo que hace que un día ordinario se convierta en extraordinario? ¿Cuándo recibes una buena noticia? ¿Cuándo sucede algo inesperado? ¿Cuándo ves a alguien muy querido?

Tu hija mayor te dice que va a tener un bebé…  te invitan al concierto de tu cantante favorito… tu amiga que vive lejos te visita.

Los anteriores son eventos que pueden hacerte sentir que tu día es extraordinario, fuera de lo común, ¡un día verdaderamente especial!

¿Pero son los eventos en si los que son extraordinarios o es TU forma de apreciar esos acontecimientos lo que los hace extraordinarios?

Tener un nieto es para ti algo extraordinario, pero quizá para la mamá de tu yerno no lo sea ya que no le gustan los niños pequeños.  Tu cantante favorito no es el cantante favorito de tu pareja así que ir a ese concierto no es precisamente extraordinario para él.  Tu amiga viene de visita pero se va de nuevo en unas horas, y el que se vaya es un suceso triste y no extraordinario.

¿Te das cuenta? Lo EXTRA en extraordinario lo pones TÚ, y no el evento en sí.

Un bebe no es extraordinario, hay millones de bebes en el mundo, pero es TU actitud hacia el nacimiento de ESE bebe en particular lo que lo hace especial. Lo mismo sucede con el cantante y la visita de tu amiga.

Sin tenemos esa maravillosa capacidad de crear lo extraordinario con nuestra simple actitud ¿entonces por qué no hacemos que todos los días de nuestra vida sean así? ¿Por qué no usamos nuestra capacidad creadora para ver lo milagroso, lo sorprendente y lo asombroso en cada evento que calificamos de “ordinario”?

Desde la sonrisa sincera de alguien que amas, hasta el sabor exquisito de un platillo que preparaste para la comida pueden ser extraordinarios si TÚ así lo decides.

Por eso te invito a que reflexiones sobre qué clase de vida deseas vivir ¿una vida ordinaria o una vida extraordinaria?

¡La decisión es TUYA!

Para hacer realidad tus sueños primero debes DESPERTAR

El titulo de este artículo es una de las frases que he leído últimamente que mas me han gustado, ya que transmite en pocas y sencillas palabras lo que representa vivir conscientemente como mujer de 40 y más.

Aparte de lo que despertar significa literalmente, “el despertar de consciencia” es un concepto que simboliza diferentes cosas para diferentes personas.  Pero a fin de cuentas en lo que todas estamos de acuerdo es que cuando despertamos vemos las cosas y situaciones de una manera diferente, que siempre es más clara de lo que era cuando estábamos “dormidas”.

Nuestro corazón es el centro en donde nace la gama completa de nuestros sentimientos y emociones.  Emociones que pueden ser tan bellas como el amor, la generosidad o la compasión; o no tanto como el miedo, la ira o la tristeza.

El vivir conscientemente es, entre otras cosas, el reconocer que cada emoción que sentimos y vivimos no es más que una faceta de nuestro SER y que no debemos temer el experimentar cada una de estas facetas cuando se presentan ya que nuestra esencia va mucho más allá de ese sentimiento en particular.

Es decir, si lo que estas sintiendo en este momento es generosidad ¡vivela! … igual que si lo que estas sintiendo es ira, ¡siéntela! Mientras que no lastimes a nadie, permítete sentir tu ira ya que tu tranquilidad está del otro lado de ese sentimiento.  Tú no ERES ira, sino que tu ira es simplemente un aspecto de ti que estas experimentando en este momento.

Saber y reconocer que nuestros sentimientos no tienen el poder de limitar nuestro potencial nos ayuda a sentirnos libres de expresar lo que somos y lo que deseamos ser con verdadera autenticidad.

En pocas palabras, al vivir despiertas, nos volvemos dueñas de esa parte que siempre hemos considerado “obscura” dentro de nuestro corazón, ya que esta parte también es un fragmento de lo que somos.  Y nosotras mismas tenemos la capacidad de TRANSFORMAR el aspecto de la energía que nos esta afectando en energía positiva que nos ayude a crecer.

Al despertar dejamos de juzgarnos a nosotras mismas y nos aceptamos como mujeres completas capaces de realizar todos nuestros sueños.

Hablemos de relaciones

¿Qué es una relación sana?La mayoría de las mujeres hemos vivido una vida dedicadas a asegurar la felicidad de la gente con la que nos relacionamos.  Sentimos que es nuestra responsabilidad el que nuestros hijos, nuestros padres y, sobre todo, nuestra pareja sean felices.

¿Pero es realmente NUESTRA responsabilidad el que ELLOS tengan una vida dichosa?

Una relación sentimental sana no se basa en tener el control de la vida de la otra persona, o el poder de decidir si esa persona debe ser feliz o desdichada.  Una relación sana se basa en dejar a la otra persona SER la mejor versión de sí misma, en darle el espacio para crecer como persona y en permitirle ser feliz cuando estas a su lado y también cuando no lo estas.

Esto no quiere decir que la otra persona use la relación para abusar de ti, o lastimarte o herirte de alguna manera. Muy al contrario, quiere decir que la otra persona es responsable de su propia felicidad JUNTO a ti o LEJOS de ti, pero nunca sobre ti o por debajo de ti.

Cuando comienzas a vivir tus relaciones desde un espacio de libertad mutua, en donde no esperas nada de la otra persona y la otra persona no espera nada de ti, entonces te puedes dedicar a usar tu propia luz para ayudar a tus seres queridos a alumbrar su propio camino sin el peso que implica sentir que tú eres responsable de su dicha o desdicha.

¡Porque cada uno de nosotros tiene ya todo lo que necesita para ser feliz!