La felicidad ja-ja-ja-ja

¿Recuerdan esa canción viejísima de Palito Ortega que va algo así como “♪ ♫ la felicidad ja-ja-ja de sentir amor a-a-a-a hoy hace cantar la-la-la-la a mi corazón ♪ ♫”? Pues después de una de las semanas más difíciles de mi vida, hoy amanecí tarareándola y me puse a pensar… ¿Qué es realmente la felicidad y cómo podemos ser felices todos los días de nuestra vida?

Lamentablemente algunas de nosotras todavía creemos erroneamente que necesitamos recibir permiso de los demás para ser felices en nuestra vida, o que para ser “merecedoras” de la felicidad necesitamos cumplir con ciertos requisitos que hemos inventado en nuestra mente como el de que “para ser feliz necesitas tener una pareja”.

En realidad la clave para vivir felices es muy pero muy sencilla: para ser felices debemos enfocarnos más en disfrutar el momento presente. La felicidad simplemente no puede ser vivida cuando nuestra nuestra mente está pensando en algo distinto de lo que estamos sintiendo y experimentando en este momento.

Para ser feliz es necesario vivir en su totalidad cada uno de los sentimientos que tenemos en el momento presente.

¿Y si en el momento presente nos sentimos mal? Pues bien, cuando algo nos hace sentir mal, lo que hay que hacer es simplemente reconocerlo y aceptarlo, ya que la verdadera felicidad se encuentra del otro lado de esa dificultad. No es posible “brincarse” las dificultades para encontrar la felicidad, lo que debemos hacer es movernos a través de ellas.

Lo que quiero decir es que si sientes dolor en este momento – si sientes soledad, desesperación, agobio, tristeza, etc. – el primer paso hacia la felicidad es reconocer lo que estás sintiendo y vivirlo hasta que el sentimiento haya terminado por completo. Una vez que hayas terminado de sentir lo que estas sintiendo entonces habrá espacio en tu corazón para darle cabida al sentimiento de felicidad.

Desafortunadamente lo que muchas de nosotras hacemos es crear distracciones para evitar sentir lo que estamos sintiendo.  Simplemente no nos “damos permiso” de sentir. Por ejemplo, si nos sentimos solas encendemos el televisor, o si nos sentimos abrumadas atacamos la alacena y comemos todo lo que hay a nuestro alcance. Lo único que logramos con estas distracciones es que el dolor se quede con nosotras más tiempo del que es necesario.

Las emociones no desaparecen cuando te distraes, la única manera de alejar la emoción es cuando la sientes completamente. Una vez que has sentido algo hasta que no puedes sentirlo más:  una vez que has llorado hasta que no puedes llorar más o has gritado hasta que no puedes gritar más, sólo entonces estarás lista para vivir tu siguiente emoción.  Y esa nueva emoción siempre es la felicidad, ya que la felicidad es nuestro estado natural.  Si no me crees observa a un bebé que es amado y notarás que todos nacimos para ser felices.

La clave para sentirte feliz todos los días es recordando ese hábito que teníamos cuando éramos niñas de disfrutar siempre el momento presente.  Recuerda también que la felicidad no llega a tu vida solamente gracias a grandes cambios o sucesos.  Por ejemplo, ganar la lotería no es algo que te haría feliz, lo que te haría sentir felicidad es el sentimiento de alivio de tener más dinero del que necesitas.  El nacimiento de un hijo o un nieto no es lo que te da la felicidad, la felicidad se encuentra en el sentimiento de amor que nace en tu corazón al ver lo hermoso que es el bebé y lo que su presencia significa en tu vida.

Ese mismo nivel de felicidad se encuentra a tu alcance todos los días cuando te tomas el tiempo de apreciar con tranquilidad cada bendición que tienes en tu vida. En esos momentos de tranquilidad es en donde la verdadera felicidad se expande dentro de ti: cuando vives a plenitud el momento presente.

Te invito a comenzar a ser feliz hoy mismo.  Encuentra algo hermoso en tu vida y tómate el tiempo de disfrutarlo. ¿Te gusta la sensación del viento en tu cara? ¿Te gusta el color de los ojos de tu pareja? ¿Te gusta cómo se te ven los zapatos que acabas de comprar? Siéntelo. Disfrútalo. Vívelo. Ese es el primer paso en tu camino para vivir la felicidad todos los días de tu vida.

Se hace camino al andar…

Tu misma creas la vida que deseas¿Quién no ha escuchado alguna vez la bellísima canción “Cantares” de Joan Manuel Serrat, basada en un poema de Antonio Machado?  Yo siempre la he sentido como una verdadera oda a la vida.

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar…”

Machado y Serrat encontraron la forma más bella de decir lo que yo siempre he dicho: que cada una de nosotras es arquitecto de su propia vida.  No hay un camino bueno, ni un camino malo que seguir, sino que todo, absolutamente TODO, es resultado de lo que deseamos crear en nuestra vida.  Todo es resultado de como decidimos vivir cada experiencia que se nos presenta.

Tu misma creas la vida que deseas: la vida que estás viviendo hoy y la que deseas vivir mañana no son más que un producto de tu propia creación.

La vida es muy simple. Recibimos lo que hemos dado. Todos somos responsables de todas las experiencias de nuestra vida, de las mejores y de las peores. Todos los pensamientos que tenemos van creando nuestro futuro. Cada uno de nosotros se crea su propia experiencia con las cosas que piensa y las palabras que dice.

Nuestras creencias son ideas y pensamientos que aceptamos como verdades. Lo que pensamos de nosotras mismas y del mundo se hace verdad para nosotras. Aquello que decidimos creer puede expandir y enriquecer nuestro mundo. Cada día puede ser una experiencia emocionante, jubilosa y llena de esperanza, pero también puede ser una de tristeza, limitación y dolor… y eso es TU decisión.

Lo que decidimos creer y pensar sobre nosotras mismas y nuestro entorno es lo que define nuestra experiencia de vida.

Tú eres dueña de tus pensamientos.  Tú controlas tus pensamientos.  Si cambias un pensamiento sobre algo que te molesta, te lastima o te duele, inmediatamente el sentimiento o emoción atada a ese pensamiento también cambia.

Es por esto que “el camino NO existe”, no está marcado, nadie tiene porque decirte como vivirlo… lo que SI existe es como decides TU construir tu propio camino llamado vida.

40YMAS: 20 cualidades que definen tu vida después de los 40 (video)

El sábado 4 de mayo tuve el honor de ser invitada por parte de la Feria Nacional del Libro de León (FeNaL) en el estado de Guanajuato, México, a presentar el libro 40YMAS.

Para esta presentación hice un video sobre las 20 cualidades que definen tu vida después de los 40 y que son los títulos de los capítulos del libro.

Estas 20 cualidades yo no me las saqué de la manga. Pues, ¿quién soy yo para decidir que somos las mujeres de más de 40?  Si yo te dijera a TI quién eres lo que estaría es imponiendo lo que TIENES que ser y no lo que PUEDES ser en tu vida.

Lo que sucedió, como muchas recordarán, es que a mediados de 2011 le pedí a las seguidoras de la página de Facebook de este espacio que usaran 3 palabras para definirse a sí mismas como mujeres de más de 40.

La respuesta fue maravillosa y generosísima como siempre.  La pregunta recibió más de 600 comentarios en una hora.  Lo que hice fue darme a la tarea de analizar todas las respuestas e identifique las 20 más recurrentes, las que más se repetían.  Y estas son las 20 cualidades que ves como los títulos de los capítulos del libro.

Espero que te guste el video y te anime, si no lo has hecho aún, a leer y disfrutar de este libro que fue escrito con mucho cariño especialmente para TI:

Si no logras ver el video haz clic aquí: http://www.youtube.com/watch?v=1IiRBQjYO9Y

Visita el canal de YouTube de 40ymás para ver éste y muchos otros videos.

¿Cómo te relacionas con las críticas y los juicios?

Las críticas encogen nuestro espiritu“Soy una tonta”, “Esa mujer se viste horrible”, “Todo mundo conduce muy mal”.

¿Te suenan familiares las frases anteriores? ¿Acaso suena así tu diálogo interno? ¿Tu voz interior está constantemente criticándote a ti misma y a los demás? ¿Miras siempre el mundo con ojos críticos? ¿Te conviertes en juez de todo y de todos?

¿Te pones como ejemplo de cómo deberían de ser y de comportarse los demás? ¿Quizá sacas conclusiones y juzgas a otros sin saber realmente quiénes son?

Casi todos tenemos el hábito de criticar y juzgar tan arraigado que no nos resulta nada fácil deshacernos de él.

Además, es un apego que es muy importante transformar ya que jamás llegaremos a amarnos realmente a nosotras mismas si no dejamos atrás la necesidad de juzgar a los demás.

De pequeñas todas estábamos completamente abiertas a la vida. Contemplábamos el mundo con los ojos llenos de asombro. A menos que algo nos asustara o nos hiciera daño, aceptábamos la vida tal como era. Pero al crecer, empezamos a aceptar las opiniones ajenas y a considerarlas como propias; y es así como aprendimos a criticar.

Quizá te hicieron creer que para crecer y cambiar es necesario que uno se critique y juzgue a sí mismo constantemente. ¡Pero yo no estoy en absoluto de acuerdo con ese concepto!

Porque las críticas, ya sean de otras personas o propias, encogen nuestro espíritu.

No hacen otra cosa que imponernos la creencia de que somos unas inútiles, y no hacen aflorar lo bueno que existe en nosotras.

Si reconoces esto, te será más fácil vivir sin expectativas sobre lo que tú y los demás “deben” o “no deben” hacer y a enfocarte en lo que PUEDES hacer con tu vida para ser feliz.

También te ayudará a que las expectativas de los demás no te afecten, y así podrás vivir tu vida en libertad, sin sentir que has decepcionado a alguien.

Recuerda que cuando alguien te dice que lo has decepcionado no es más que otra forma de decir: “No estás haciendo lo que YO quiero que hagas”, o: “No haces lo que YO creo que debes hacer.”

Esto deja bien claro que la decepción NO te pertenece ya que esas expectativas NO son tuyas sino de él o ella, y que nadie le obligó a tener. Por lo tanto, es su responsabilidad y no la tuya lo que esa persona elige sentir respecto a tus actos.

Por eso hoy te invito a reflexionar sobre tu relación con las críticas y juicios:

¡Vive sin expectativas absurdas y permitete ser feliz sin todos esos condicionamientos que han sido impuestos en tu vida por los demás!