Nuestro temor más profundo

¿A qué le temes? ¿Te has puesto a pensar alguna vez qué es eso que no te permite lograr tus sueños?

¿Se te ha ocurrido que tu miedo más arraigado es quizá el que le tienes a tu POTENCIAL de SER todo eso que deseas SER?

Yo viví muchos años con miedo a reconocer mi potencial.  Yo era una mártir y mi vida era un drama.  Inconscientemente para mí era mucho más fácil “jugar” el papel de víctima que tomar responsabilidad de mi vida.  Era más sencillo creer que no podía cambiar “eso” que hacía que me sintiera miserable y frustrada porque todo me pasaba “a mí”.

¡Simple y sencillamente tenía MIEDO a reconocer mi propio poder como mujer!

Como muchas mujeres, después de los 40 superé ese temor y llegue a reconocer que dentro de cada una de nosotras existe una fuerza maravillosa capaz de hacer posible lo imposible.

Como la autora Marianne Williamson narra en el video que comparto con ustedes hoy, todos tenemos la posibilidad de brillar y depende de cada una de nosotras cuanta luz queremos compartir con los demás independientemente de tus creencias religiosas o espirituales.

Parece que el texto del video ha sido atribuido erróneamente a Nelson Mandela.  Sea o no suyo, te invito a que cuando lo escuches pienses en él y en personas como el que han cambiado al mundo gracias a que han dejado a un lado los miedos y SE HAN CONVERTIDO EN LA LUZ DE LA OSCURIDAD DE LOS DEMÁS.

¿Sabes lo que quieres?

Esta es una pregunta que muchas mujeres nos hacemos cuando llegamos a los 40 y más: “¿Qué es lo que YO quiero… que es lo que YO deseo?

Lo que desafortunadamente sucede muchas veces cuando contestamos esta pregunta es que en lugar de decir lo que realmente queremos, nos limitamos a decir lo que CREEMOS que nos es posible alcanzar.

Al hacer esto estamos inmediatamente poniendo una barrera para llegar a tener o ser lo que realmente deseamos.  Es como si metiéramos nuestros deseos dentro de una caja que se hace cada vez más pequeña.  Sobre todo cuando permitimos que los demás tengan algo que ver con ello.

Tarde o temprano lo que siempre sucede es que nos damos cuenta que la versión de nuestros deseos dentro de esa caja no tiene nada que ver con lo que realmente deseamos dentro de nuestro corazón.  Empezamos a sentir que nos ahogamos en ese espacio limitado y a resentir a aquellos que tienen el valor de decir lo que desean mientras que nosotras seguimos encerradas en esa caja que nada tiene que ver con nuestra verdad.

¿Te suena familiar?

Para no caer en este juego de decir lo que creemos posible en lugar de lo que realmente deseamos hay que comenzar por saber qué es lo que queremos… ¿Tú lo sabes?

La verdad es que TODAS sabemos lo que deseamos.  La respuesta está dentro de nosotras mismas, pero hay que descubrirla.  Es decir, hay que quitar las capas acumuladas a través de los años de miedos, incertidumbres, estereotipos, prejuicios, tabúes y condicionamientos que no nos permiten escuchar a nuestro corazón y así conocer nuestra verdad.

Lo primero que hay que hacer es darnos permiso de desear algo.  Parece tonto, pero muchas mujeres simplemente no nos damos permiso a nosotras mismas de tener un simple deseo, porque sentimos que “no lo merecemos”.

Una vez que estamos convencidas de que tenemos el DERECHO de desear lo que queramos, hay que hacerlo EN GRANDE y sin expectativas.  Las expectativas nada tienen que ver con los deseos.  Los deseos son los que nos hacen vibrar y sentirnos vivas, las expectativas limitan y son el camino más corto hacia la decepción.

Por eso la próxima vez que te digas a ti misma “es que no se que deseo” te invito a que recuerdes que todas las respuestas existen dentro de ti y que tu corazón ya sabe lo que deseas …

¡Todo es cuestión de aprender a escucharlo!

¿Por qué importas?

Hace unos días una amiga y seguidora de este espacio me hizo una muy buena pregunta sobre lo que escribo y comparto aquí.

En pocas palabras me preguntó: “¿por qué lo haces, Blanca?”.

Ella quería saber por qué le dedico tanto tiempo a escribir artículos, a publicar libros digitales, a crear videos, a lanzar concursos, a contestar emails y comentarios, si ni siquiera conozco personalmente a la mayoría de las 42,000 mujeres que actualmente participan en 40ymas.com.

Mi respuesta fue muy simple: “lo hago porque ellas me importan.”

Así es, todas y cada una de ustedes me importan.  ¡TÚ eres importante para mí!

Me importas porque si te interesa lo que publico y te tomas el tiempo de seguir este espacio seguramente eres una mujer que se encuentra en el camino de crecer como persona y de ayudar a otros en el proceso.  Eso significa que eres una de las mujeres más maravillosas que existen y con la cual he tenido la oportunidad de estar en contacto.

¿Y yo? Yo trabajo para ti.  Yo no escribo para pasar el rato, sino para compartir esta experiencia de SER yo misma contigo y porque tú has elegido que esto hace TU vida más interesante de alguna manera.

¡Por eso te doy y te daré siempre las gracias de todo corazón!

¿Y a tí qué te motiva a hacer lo que haces y a SER quien eres?

Tu voz: Desnuda y algo más

Re-inventarse, renovarse, renacer… estas son tres palabras que muchas mujeres descubrimos por primera vez al llegar a los 40 años de edad…

…y Pilar Palacios no es la excepción.

Esta talentosa escritora de 45 años de edad se encontró con que después de los 40 toda su vida cambió: desde su autoestima hasta su estado civil.  Así fue como decidió plasmar sus experiencias, su pasión y su inspiración en un libro de poesía que, como ella misma dice, creó “por puro gusto”.

Pilar no estudió para escritora.  La vida la convirtió en poeta.

Su libro “Desnuda y algo más” es mucho más que una colección de versos sobre los diferentes aspectos del amor, es un testimonio de que los sueños después de los 40 siguen vigentes y siempre se pueden lograr.

A continuación comparto con ustedes uno de los poemas de Pilar que más me gusta.  Siento que este poema expresa hermosamente la actitud de nosotras, mujeres de más de 40, cuando llegamos a apreciar plenamente y sin limitaciones nuestra belleza tanto exterior como interior.

Desnuda

Por Pilar Palacios

Me siento desnuda, desnuda del alma
quitaste la ropa con tanto candor
que no me di cuenta, fue con mucha calma
y aquí estoy expuesta, no siento pudor.

Pero al verme franca, sin esconder nada
no siento vergüenza, me aprecio mejor;
y si me contemplas y no me censuras
se siente radiante mi ser interior.

Me paro derecha y observo atenta
el espejo claro de la vida actual,
y si, hay defectos, pero no me afectan
hoy me siento libre, no hay algo fatal.

Mas tú a mi lado guardaste silencio
no sé si por gusto o desaprobación,
y sé que me estudias en cada detalle
pues soy resultado de tu intervención.

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Si te interesa comprar el libro envía un email a: pilylira@yahoo.com mencionando como asunto “LIBRO DESNUDA Y ALGO MÁS”.