“Soy una tonta”, “Esa mujer se viste horrible”, “Todo mundo conduce muy mal”.
¿Te suenan familiares las frases anteriores? ¿Acaso suena así tu diálogo interno? ¿Tu voz interior está constantemente criticándote a ti misma y a los demás? ¿Miras siempre el mundo con ojos críticos? ¿Te conviertes en juez de todo y de todos?
¿Te pones como ejemplo de cómo deberían de ser y de comportarse los demás? ¿Quizá sacas conclusiones y juzgas a otros sin saber realmente quiénes son?
Casi todos tenemos el hábito de criticar y juzgar tan arraigado que no nos resulta nada fácil deshacernos de él.
Además, es un apego que es muy importante transformar ya que jamás llegaremos a amarnos realmente a nosotras mismas si no dejamos atrás la necesidad de juzgar a los demás.
De pequeñas todas estábamos completamente abiertas a la vida. Contemplábamos el mundo con los ojos llenos de asombro. A menos que algo nos asustara o nos hiciera daño, aceptábamos la vida tal como era. Pero al crecer, empezamos a aceptar las opiniones ajenas y a considerarlas como propias; y es así como aprendimos a criticar.
Quizá te hicieron creer que para crecer y cambiar es necesario que uno se critique y juzgue a sí mismo constantemente. ¡Pero yo no estoy en absoluto de acuerdo con ese concepto!
Porque las críticas, ya sean de otras personas o propias, encogen nuestro espíritu.
No hacen otra cosa que imponernos la creencia de que somos unas inútiles, y no hacen aflorar lo bueno que existe en nosotras.
Si reconoces esto, te será más fácil vivir sin expectativas sobre lo que tú y los demás “deben” o “no deben” hacer y a enfocarte en lo que PUEDES hacer con tu vida para ser feliz.
También te ayudará a que las expectativas de los demás no te afecten, y así podrás vivir tu vida en libertad, sin sentir que has decepcionado a alguien.
Recuerda que cuando alguien te dice que lo has decepcionado no es más que otra forma de decir: “No estás haciendo lo que YO quiero que hagas”, o: “No haces lo que YO creo que debes hacer.”
Esto deja bien claro que la decepción NO te pertenece ya que esas expectativas NO son tuyas sino de él o ella, y que nadie le obligó a tener. Por lo tanto, es su responsabilidad y no la tuya lo que esa persona elige sentir respecto a tus actos.
Por eso hoy te invito a reflexionar sobre tu relación con las críticas y juicios:
hay que trabjar en nosotras mismas… para ser mas agradebles a los que nosrodean..
cuando una critica es constructiva se acepta,pero para destrucción ,no.
¡Vive sin expectativas absurdas y permítete ser feliz sin todos esos condicionamientos que han sido impuestos en tu vida por los demás!……que gran verdad, nos limitamos a lo que nos rodean nos dicen, aconsejan y piensan, como siempre una excelente reflexión y consejos…..mil gracias, saludito desde Colombia… 😀
me llego como anillo al dedo, ya que es un tema que me cuesta mucho superar. gracias