¿Sabes el poder que tienen tus palabras sobre tu identidad? ¿Sabías que lo que dices sobre ti misma es básicamente el filtro a través del cual experimentas la vida?
¡Así es! Si tu opinión sobre ti misma y tus experiencias es negativa, entonces cada situación con la que te enfrentas será por resultado negativa.
Escúchate a ti misma y las palabras que usas para describir lo que haces y lo que ERES. ¿Usas palabras que te empoderan o que te desempoderan? Si te das cuenta que tu lenguaje está lleno de palabras negativas intenta cambiarlas por positivas y sentirás inmediatamente la diferencia en tu forma de apreciar lo que te rodea.
Cambiar tu forma de hablar puede cambiar tu vida. Por ejemplo:
- “Estoy deprimida” puede convertirse en un “estoy algo decaída.”
- “Estoy sola” en “estoy abierta a encontrar el amor de mi vida.”
- “Estoy cansada” en “estoy recargando fuerzas.”
- “Estoy ocupadísima” en “estoy descubriendo mis capacidades.”
- “Soy buena” en “soy una mujer maravillosa.”
Cambiar nuestra forma de comunicarnos sobre nosotras mismas es un proceso que puede llevar tiempo ya que implica romper con un hábito que generalmente llevamos muy arraigado.
Es un ejercicio que para empezar hace falta hacerlo conscientemente, pero que poco a poco se va convirtiendo en una nuestra manera natural de expresarnos y de empoderarnos a nosotras mismas.