El titulo de este artículo es una de las frases que he leído últimamente que mas me han gustado, ya que transmite en pocas y sencillas palabras lo que representa vivir conscientemente como mujer de 40 y más.
Aparte de lo que despertar significa literalmente, “el despertar de consciencia” es un concepto que simboliza diferentes cosas para diferentes personas. Pero a fin de cuentas en lo que todas estamos de acuerdo es que cuando despertamos vemos las cosas y situaciones de una manera diferente, que siempre es más clara de lo que era cuando estábamos “dormidas”.
Nuestro corazón es el centro en donde nace la gama completa de nuestros sentimientos y emociones. Emociones que pueden ser tan bellas como el amor, la generosidad o la compasión; o no tanto como el miedo, la ira o la tristeza.
El vivir conscientemente es, entre otras cosas, el reconocer que cada emoción que sentimos y vivimos no es más que una faceta de nuestro SER y que no debemos temer el experimentar cada una de estas facetas cuando se presentan ya que nuestra esencia va mucho más allá de ese sentimiento en particular.
Es decir, si lo que estas sintiendo en este momento es generosidad ¡vivela! … igual que si lo que estas sintiendo es ira, ¡siéntela! Mientras que no lastimes a nadie, permítete sentir tu ira ya que tu tranquilidad está del otro lado de ese sentimiento. Tú no ERES ira, sino que tu ira es simplemente un aspecto de ti que estas experimentando en este momento.
Saber y reconocer que nuestros sentimientos no tienen el poder de limitar nuestro potencial nos ayuda a sentirnos libres de expresar lo que somos y lo que deseamos ser con verdadera autenticidad.
En pocas palabras, al vivir despiertas, nos volvemos dueñas de esa parte que siempre hemos considerado “obscura” dentro de nuestro corazón, ya que esta parte también es un fragmento de lo que somos. Y nosotras mismas tenemos la capacidad de TRANSFORMAR el aspecto de la energía que nos esta afectando en energía positiva que nos ayude a crecer.
Al despertar dejamos de juzgarnos a nosotras mismas y nos aceptamos como mujeres completas capaces de realizar todos nuestros sueños.