Guerra en Irak, guerra en Afganistán, guerra en Palestina, guerra en Sudán, guerra en Libia. Estamos tan acostumbradas a ser bombardeadas con noticias de estos, y otros, conflictos que a veces es fácil olvidar que son eventos en los que miles de personas se ven tristemente afectadas cada día.
Es fácil olvidar que la alternativa a la guerra es eso que todos deseamos como si fuera algo inalcanzable, algo imposible, algo que no está en nuestras manos lograr: LA PAZ.
Hemos olvidado que la paz es responsabilidad de cada uno de nosotros. Hemos olvidado que somos parte de un TODO, y que para que ese todo viva en PAZ debemos comenzar por encontrar la paz en nosotras mismas.
Nuestra experiencia exterior es un reflejo de nuestra experiencia interior. Si no logramos vivir en PAZ con nosotras mismas, ¿cómo podemos esperar que haya paz a nuestro alrededor? Si nuestro corazón es una zona de guerra, ¿cómo podemos exigir que nuestro país lata al son de la PAZ?
Por eso, hoy que se celebra el trigésimo Día Internacional de la Paz, un día que las Naciones Unidas han declarado dedicado a fortalecer los ideales de la paz, tanto en el seno de todos los pueblos y naciones como entre ellos, te invito a reflexionar sobre tu propia PAZ interior.
Cómo dice el maravilloso anuncio de cine del publicista brasileño Washington Olivetto (del cual comparto hoy con ustedes una traducción al español) todo es cuestión de llevar tu propia PAZ a tu mundo exterior, ya que ¡mientras más usas tu PAZ, más PAZ llegará a tu vida!
Tan sencillo como eso…