Que extraño es eso de extrañar

Que extraño es eso de extrañar

Sin temor a equivocarme, estoy segura que todas las mujeres de más de 40 hemos extrañado algo o a alguien alguna vez en nuestras vidas. Es totalmente normal el creer que una persona o un lugar especial fueron tan importantes para nosotras que nos sentimos de alguna manera “incompletas” si no están más presentes.

En francés se dice “tu me manques” cuando quieres expresar que extrañas a alguien, literalmente se traduce como “tú me haces falta”. Pero, ¿te has puesto alguna vez a pensar si lo que echas de menos, o lo que “te hace falta”, es la persona o el cómo te sentiste cuando estabas con esta persona?

Cuando reconoces que tú eres quien decide tu experiencia y que tú decides como responder a cada momento que se te presenta, te das cuenta que no necesitas a alguien o algo específico en tu vida para sentirte bien.

Con esto no quiero decir que está mal extrañar a alguien querido que está lejos o que falleció, o recordar con algo de nostalgia un momento o lugar donde has vivido algo lindo; lo que creo que es importante es darnos cuenta que cuando alguien sale completamente de nuestra vida – por cualquier circunstancia – es totalmente nuestra decisión si nos quedamos atoradas en el recuerdo de lo que sentimos cuando estábamos con él o con ella, o si elegimos crear nosotras mismas el mismo sentimiento sin la necesidad de esa persona.

Si echas de menos a alguien que te hacía sentir sexy, o inteligente, o divertida, o joven, recuerda que lo que extrañas es el sentimiento y que tú misma tienes todo el poder para seguir sintiéndote igual ya que tú eres todas esas cosas ¡y más!

Por eso la próxima vez que te encuentres extrañando a alguien que ya no es parte de tu vida, te invito a analizar qué es realmente lo que sientes, y a recordar que tú no necesitas de esa persona para ser la mujer maravillosa que ya eres.

Crea el 2015 que deseas

2015Hace mucho tiempo que deje de hacer propósitos de año nuevo, porque estoy convencida de que no sirven.  Los propósitos son limitantes y, aceptémoslo, muy frustrantes cuando no los cumplimos o materializamos durante las primeras semanas del año.

Por eso llevo varios años que decidí enfocar mi energía en un tema específico sobre el cual elijo basar mis decisiones, acciones, sentimientos y pensamientos durante los 365 días que dura el nuevo ciclo que inicia cada 1º de enero.

Después de un año de DESAPEGO durante 2013, hace exactamente un año compartí en este espacio mi tema para el 2014: LA ATRACCIÓN.  Mi idea era atraer a mi vida todo lo mejor y nada más que lo mejor para ocupar todos los espacios que abrí durante el año anterior.

Y la pregunta obliga: ¿Funcionó? ¿Realmente atraje a mi vida todo lo que deseaba en mi corazón?

Pues les comparto que SI y NO.

En el aspecto laboral llegó un nuevo trabajo a mi vida, el cual yo estaba segura en su momento que era lo mejor que me pudo haber sucedido.

En lo romántico también inicié una nueva relación, y estaba segura en su momento que esa persona era justamente quién había estado esperando toda mi vida.

Pero en este momento no puedo afirmar lo mismo en ninguno de los dos casos.  ¿Por qué? Porque en ambas situaciones me acabo de dar cuenta que me ha faltado un elemento muy importante, que es precisamente el tema que he elegido para 2015: LA CREACIÓN.

Porque no es suficiente ATRAER algo bueno a tu vida si no trabajas día a día para que esa situación sea la mejor, no solo para ti, sino para todas las personas involucradas.

Cualquier relación, ya sea laboral o sentimental, requiere de trabajo, requiere de esfuerzo, requiere de tu poder creativo minuto a minuto para percibirla, convertirla y mantenerla como algo positivo, como un espacio de crecimiento y aprendizaje en donde, la verdad, hay que echarle muchas ganas, corazón y mente para que funcione.

Es por esto que mi tema para el año que comienza en unos días es CREAR.

Crear lo mejor y nada más que lo mejor para mí, no solo con lo que atraigo a mi vida, sino con lo que YA EXISTE en ella.

Tomo la responsabilidad de CREAR para mí misma el 2015 que deseo y merezco.

Y tu amiga de 40ymás:

¿Qué tema eliges para el nuevo año?

¿Quién es tu ardilla?

¿A qué le tenes miedo?Esta mañana fui a correr a un lugar que me encanta porque está lleno de ardillas que se cruzan en tu camino y te acompañan mientras haces ejercicio. Casi al final de mi recorrido vi a una niña de unos 5 o 6 años que gritó desesperadamente asustada cuando una pequeña ardilla se le acerco con curiosidad y ganas de jugar.  Su grito fue igual al que yo hubiera dado si se me hubiera acercado un gran perro rabioso.

Me quedó claro que la niñita nunca había visto una ardilla y esa fue la razón de su gran temor.  Y eso me puso a reflexionar sobre cuántas cosas como mujeres de 40 y más quizá nunca hemos visto, nunca hemos vivido, nunca hemos experimentado, y precisamente por eso sentimos un gran miedo cuando llegan a nuestra vida.

¿Cuáles son nuestras ardillas?

Si toda tu vida has vivido relaciones tóxicas, en las que tus parejas han sido agresivas física o emocionalmente, el día que llega a tu vida un hombre juguetón, que realmente desea conocerte como mujer, crecer contigo, compartir y disfrutar la vida juntos, es posible que reacciones con desconcierto y hasta con desconfianza.

Si tu “normal” hasta ahora ha sido trabajar para empresas a las cuales solo les importa tu desempeño y nunca se han preocupado por tu desarrollo profesional, y un día llega a tu vida un jefe (o una jefa) que busca crear un ambiente propicio para que sigas creciendo en tu carrera, no dudo que tu sentimiento inicial sea de cuestionamiento y rebeldía.

Si estas acostumbrada a ser la amiga que siempre organiza las reuniones, las cenas de Navidad y los convivios de generación y un día alguien toma la iniciativa de quitarte ese peso de encima, existe la posibilidad que te sientas invadida y hasta traicionada.

Por eso te invito a que antes de que pegues un grito de susto o frustración que haga huir a ese hombre, a ese jefe o a esa amiga, reflexiones sobre lo que realmente está sucediendo.

Aún a los 40ymás NO LO HEMOS VIVIDO TODO y es normal que cuando una situación nueva se presenta en nuestra vida nos de algo de miedo.  Ese escenario es como una ardilla que se acerca en toda bondad con la oportunidad de jugar con ella, de reír con ella y de disfrutar con ella.

Porque finalmente la vida es para eso: ¡para disfrutarla!

Hablemos de relaciones

¿Qué es una relación sana?La mayoría de las mujeres hemos vivido una vida dedicadas a asegurar la felicidad de la gente con la que nos relacionamos.  Sentimos que es nuestra responsabilidad el que nuestros hijos, nuestros padres y, sobre todo, nuestra pareja sean felices.

¿Pero es realmente NUESTRA responsabilidad el que ELLOS tengan una vida dichosa?

Una relación sentimental sana no se basa en tener el control de la vida de la otra persona, o el poder de decidir si esa persona debe ser feliz o desdichada.  Una relación sana se basa en dejar a la otra persona SER la mejor versión de sí misma, en darle el espacio para crecer como persona y en permitirle ser feliz cuando estas a su lado y también cuando no lo estas.

Esto no quiere decir que la otra persona use la relación para abusar de ti, o lastimarte o herirte de alguna manera. Muy al contrario, quiere decir que la otra persona es responsable de su propia felicidad JUNTO a ti o LEJOS de ti, pero nunca sobre ti o por debajo de ti.

Cuando comienzas a vivir tus relaciones desde un espacio de libertad mutua, en donde no esperas nada de la otra persona y la otra persona no espera nada de ti, entonces te puedes dedicar a usar tu propia luz para ayudar a tus seres queridos a alumbrar su propio camino sin el peso que implica sentir que tú eres responsable de su dicha o desdicha.

¡Porque cada uno de nosotros tiene ya todo lo que necesita para ser feliz!