Los humanos, y muy especialmente las mujeres, somos SERES sociales por excelencia. El compartir es parte de lo que somos y lo que nos ayuda y motiva a evolucionar intelectualmente, emocionalmente y, sobretodo, espiritualmente.
Ahora bien, fuera del aspecto cerebral, del compartir nuestros conocimientos y experiencias… ¿qué tanto compartimos realmente nuestra esencia con los demás?
¿Qué tanto compartes TU tus emociones, tus sentimientos y sobre todo tu amor y belleza interior con los que te rodean?
El miedo a SER nosotras mismas, el temor a que “nos traicionen”, el pavor a que “nos lastimen”, el pánico al “¿qué dirán?” nos ha llevado a muchas mujeres de 40ymás a protegernos con capas y capas de prejuicios, acondicionamientos y actitudes que no nos permiten liberar y compartir todo el amor que vive dentro de nosotras.
Porque dentro de ti hay mucho, ¡pero mucho amor! Todo es cuestión de dejarlo salir.
Piénsalo así: si la historia de un país no se escribiera en algún lado, se perdería. Si las formulas científicas no se enseñaran en las escuelas, se perderían. Si el producto de la inspiración de un poeta no se plasmara en un libro, se perdería.
- Si lo bello que llevas dentro no lo compartes con los demás, se perderá.
- Si lo único que expresas hacia tu exterior es tu frustración o tu enojo, eso perdurará.
La elección es TUYA.
Por eso te invito a reflexionar en la importancia de compartir no solo tus conocimientos con los demás, sino también tus sentimientos y tu belleza interior.
Te invito a decidir por ti misma el cómo hacerlo: ¿Quizá te gusta expresar lo que llevas dentro dibujando… o escribiendo… o bailando? ¿Ó quizá prefieres compartirlo mediante una palabra sincera con alguien que amas y a quien sientes que no se lo dices lo suficiente? ¿Ó probablemente lo tuyo sea regalarle un abrazo amoroso a tu pareja, a tus hijos o a tus padres frecuentemente?
Solo TÚ sabes bien qué es eso que llevas dentro de ti y que deseas que no se pierda.