Tiempo de reflorecer

Esta semana comienza la primavera en el hemisferio norte de nuestro planeta. La estación del año en que el invierno queda atrás y se siente en el aire el espíritu de renovación.

A mí en lo personal me gusta mucho esta época.  El frio no es lo mío, así que el hecho de que los días se hagan más calurosos me pone automáticamente de buen humor y me hace reflexionar siempre sobre el ritmo de la existencia.

La naturaleza se da la oportunidad a si misma de renovarse cada año.  Las flores y arboles reflorecen, muchos mamíferos entran en su época de apareo, y miles de aves emigran nuevamente hacia el norte hasta que el frio las hace regresar unos meses más tarde.

La mayoría de los seres humanos somos, desafortunadamente, insensibles a este ritmo que nos regala la vida.  Muchas mujeres, por ejemplo, nos mantenemos muy atentas al ciclo que nos lleva de niñas a adolescentes, de ahí a adultas jóvenes, más adelante a adultas maduras y al final a ancianas, pero  no apreciamos que existe un ritmo constante que nos invita a renovarnos continuamente.

Como mujeres de 40ymas tenemos la maravillosa oportunidad de reflorecer regularmente, si así lo deseamos.  Todo lo que debemos hacer es identificar esas áreas que nos gustaría vivir de una manera diferente y enfocarnos en cambiarlas.  ¡Ni siquiera tenemos que esperar a que llegue la primavera o la siguiente estación del año para lograrlo!

Tú puedes decidir a qué ritmo deseas implementar cada cambio que quieres hacer en tu vida.  Lo importante es ser total en tu experiencia de renovación y disfrutar el proceso SIN TEMORES.

Puede tratarse de algo tan sencillo como un cambio de “look”.  Quizá llevas más de 10 años con el mismo corte de cabello.  ¡Anímate a cambiarlo y veras lo bien que te vas a sentir! Parece algo frívolo pero una vez que disfrutes la sensación de renovarte, de verte y sentirte como una mujer diferente, entonces será más fácil tomar la decisión de hacer otros cambios en tu vida.

¡TÚ puedes hacer que todos los días de tu vida sean como el primer día de la primavera!

¿Qué esperas?

¡Celebremos lo femenino!

Aun cuando el Día Internacional de la Mujer comenzó a celebrarse cada 8 de marzo desde 1909, la verdad es que yo no recuerdo haberlo celebrado nunca de pequeña.

La razón quizá sea que esta celebración se arraigo desde sus orígenes a la cultura de países principalmente en Europa del Este, Rusia y lo que fue la Unión Soviética, y solo en los últimos años ha llegado a convertirse en una fecha especial en los países de habla hispana.

Tradicionalmente en este día se festejan momentos importantes en la historia de la mujer.  Eventos en los cuales la mujer ha alcanzado los mismos privilegios que los hombres como lo son el derecho al voto y a ejercer cargos públicos.

También se ha usado este día para crear conciencia sobre ciertas problemáticas y temas específicos de la mujer actual, como lo fue el desplazamiento étnico en 2010, la violencia sexual en 2011 y la hambruna y pobreza este año.

En lo personal celebro el que nosotras las mujeres busquemos nuestro lugar y nuestra voz en este mundo que hasta ahora ha sido primordialmente masculino.  Pero siento que desafortunadamente muchas mujeres se han enfocado mas en convertirse ellas mismas en hombres que en fortalecer y enaltecer esas cualidades que son esencialmente femeninas y que nos distinguen de ellos.

No necesitamos convertirnos en hombres para llegar a ser personas integras y felices, ya que las mujeres no somos hombres.  Somos seres completamente diferentes con cualidades distintas.

Esto no quiere decir que las mujeres somos mejores que los hombres o que los hombres son mejores que nosotras.  SOMOS DIFERENTES.  Y eso está perfectamente bien.

La belleza es una cualidad femenina, como lo son la intuición, la sinceridad, la creatividad y la honestidad.

De la misma manera los hombres son lógicos, racionales, científicos y calculadores por naturaleza.

Todas estas cualidades, tanto femeninas como masculinas, viven dentro de todos nosotros: hombres y mujeres por igual.

Pero si nos olvidamos que lo importante es encontrar un EQUILIBRIO entre todas estas cualidades,y en lugar de eso dejamos a un lado nuestra esencia femenina, eso que somos por naturaleza, en nuestro afán de hacer de este “un mundo en donde todos somos iguales”, lo único que estamos logrando es matar poco a poco las cualidades femeninas que ya existen en nuestro corazón, y como resultado estamos creando un mundo todavía más masculino, en donde los hombres actuan como hombres ¡y las mujeres también!.

Por eso hoy, en el Día Internacional de la Mujer 2012, te invito a celebrar los logros de las miles de mujeres que nos han abierto el paso para llegar a SER quienes somos hoy, pero también te invito a que no olvides celebrar que antes que nada:

¡Somos mujeres, somos diferentes y que estamos orgullosas de ser FEMENINAS!

Todo pasa por algo

¿Cuántas de nosotras crecimos viviendo sorprendidas de las muchas casualidades que se cruzaban en nuestro camino?  Estábamos seguras de que todo lo que nos sucedía o dejaba de suceder era obra del destino.

Si nos topábamos con el chico que nos gustaba en el cine jurábamos que era porque ese día nos habíamos puesto nuestro suéter de la buena suerte.  Si no nos invitaban a una fiesta seguramente era porque estábamos pasando una racha de mala suerte.

En lo personal, desde que soy una mujer de 40ymas, he aprendido que las casualidades no existen y la buena o mala suerte ¡menos!  Sé conscientemente que todo, absolutamente todo, tiene una razón de ser aunque la mayoría de las veces no sea evidente.

Cada evento, cada persona, y cada situación son las piezas que forman parte de un gran rompecabezas que se llama vida.  Algunos de estos eventos y personas nos llegan a afectar negativamente en su momento, pero hay una razón por la cual se están presentando en nuestro camino, y pueden pasar años antes de que sea obvio el porqué.

Otras personas pasan tan solo por un instante por nuestras vidas tocándonos el corazón.  Estos son los ángeles que nos ayudan a encontrar nuestra propia luz y que, como en la historia que comparto a continuación, es una verdadera bendición cuando la existencia nos da la oportunidad de regresarles un poco de lo mucho que de ellos recibimos.

El vaso de leche

Un joven que pagaba sus estudios trabajando como vendedor ambulante sentía hambre pero no tenía dinero para almorzar. Decidió vencer la vergüenza que le daba mendigar y se armó de valor para pedir algo de comer en la próxima puerta que tocase.  No obstante, se sintió muy nervioso cuando una hermosa joven le abrió la puerta.  En lugar de pedir comida pidió solo un vaso de agua.

Ella, sin embargo, se apiadó de él y le trajo un vaso de leche.  El se lo tomó tímidamente y preguntó, “¿Cuánto le debo?”. – “No me debe nada,” respondió ella. “Mi madre nos enseñó a nunca aceptar pago por hacer un favor.” “Entonces le agradezco de corazón.”, respondió el joven.

El joven, de nombre Howard  Kelly, se fue de aquella casa no solo sintiéndose fortalecido en su cuerpo sino también en su fe en Dios y en la humanidad.  Antes del incidente estaba pensando en darse por vencido y renunciar.

Muchos años más tarde aquella joven, ya mayor, se enfermó gravemente.  Los doctores locales estaban muy preocupados.  Finalmente la enviaron al hospital de una gran ciudad donde practicaba un famoso especialista en aquella enfermedad.

Cuando el médico se dio cuenta del nombre de su nueva paciente y del pueblo de procedencia, inmediatamente se levantó y fue a verla.  La reconoció inmediatamente. Volvió a su oficina resuelto a hacer todo lo posible para salvar su vida. La lucha fue larga pero la señora se salvó.

Por su parte la señora se sentía muy preocupada sabiendo que el precio de su estancia en el hospital sería astronómico. Sin que ella supiese, el doctor dio órdenes para que le pasaran a él la cuenta del hospital.  Después de examinarla escribió un mensaje al pie del documento antes de que fuese enviado a la señora.

Ella abrió aquella cuenta con gran temor, pensando que pasaría el resto de sus días pagándola.  Finalmente se atrevió a mirar y cuál fue su asombro cuando leyó al pie de la lista de enormes cifras:

Pagado por completo hace muchos años con un vaso de leche

Firmado: Dr. Howard A. Kelly.

Esta es una historia de la vida real.  El Dr. Howard A. Kelly fue un cirujano de ascendencia irlandesa que nació en EEUU en 1858 y murió en 1943.  Es un reconocido pionero de la medicina moderna y el fundador de la especialidad de ginecología y obstetricia.

Si el Dr. Kelly no hubiera disfrutado de la generosidad de esa bella mujer, probablemente se habría dado por vencido, renunciando a su sueño de ser médico.

Hoy te invito a que, como el Dr. Kelly, intentes identificar a esas personas que han tocado tu vida de una manera significativa en algún momento y te des la oportunidad de agradecerles de corazón el que lo hayan hecho.

¡Demos gracias hoy y ahora por esos “vasos de leche” que ayudan a transformarnos de lo que somos en lo que deseamos SER!

¿Responder o reaccionar?

Estas conduciendo, es la hora pico y te encuentras atorada en un embotellamiento.  Vas camino a una cita importante y seguramente llegaras tarde, si es que llegas.  De pronto, los conductores a tu alrededor comienzan a tocar la bocina de sus autos sin parar y tú te les unes en el escándalo como si eso fuese a hacer desaparecer a todos los coches frente a ti.  Tu hija, que va contigo, te pregunta porque lo haces y tú le contestas con un grito: “¡Cállate y déjame en paz!”.

¿Te ha sucedido algo similar alguna vez?

Creo que la mayoría de mujeres actuamos muchas veces de tal forma que, si nos grabaran y nos pasaran la película unas horas después, la verdad es que no nos reconoceríamos.

Lo que sucede en estos casos es que reaccionamos en lugar de responder.

La diferencia entre reaccionar y responder es que las mujeres generalmente reaccionamos ante ciertas circunstancias y personas en función de experiencias de nuestro pasado, en lugar de responder con base en la experiencia que deseamos vivir en el momento presente.

Si tu pareja, tu jefe, o en su tiempo tus papas, son de los que gritan y se alteran cada vez que se sienten en una situación de estrés, es muy probable que tú te hayas condicionado inconscientemente a reaccionar de la misma manera, ya que es “a lo que estas acostumbrada”.  Es por eso que si, como en el ejemplo que di al principio, te sientes estresada, muy probablemente reacciones pegando de gritos a quienes están junto a ti.

Si no has identificado esto como una experiencia del pasado que está viniendo a alterar tu presente, el gritar bajo estrés continuará siempre siendo tu reacción.

Ahora bien, tú tienes la opción de cambiar esto, si así lo deseas.  Tú puedes elegir RESPONDER en lugar de REACCIONAR ante cualquier situación.  Tu puedes decidir cuánto quieres que te afecte cada situación en el aquí y el ahora, momento a momento.  Para hacer esto todo lo que necesitas es ser consciente de lo que estas sintiendo.

Tú puedes decidir si quieres reaccionar al embotellamiento tocando la bocina del coche como una histérica y gritándole a tu hija, o si en lugar de eso mejor decides responder conscientemente al “problema” y usar esas horas con ella para platicar o para escuchar juntas algún programa de radio.

Siempre tienes la oportunidad de elegir entre responder o reaccionar.  La elección es tuya.

¿Tú cuál prefieres?