Quizá sea una de las frases más trilladas de la historia, pero también es una de las más ciertas y con un significado más profundo del que generalmente le damos: “Todo pasa por algo”.
¿Te ha sucedido que alguien llega a tu vida y sabes de inmediato que esa persona debe estar precisamente ahí en ese momento? Ya sea para servir algún propósito específico, para darte una lección o para ayudarte determinar quién ERES o quién deseas llegar a SER.
Generalmente no sabemos de antemano quién es esa persona, pero cuando miras su alma a través de sus ojos te das cuenta de que el hecho de estar con ella, o el, afectará tu vida de una manera profunda.
¿Y cuántas veces has vivido experiencias que en su momento parecieron terribles, dolorosas, desgastadoras e injustas; pero cuando tuviste la oportunidad de reflexionar, te diste cuenta de que si no hubieras tenido la vivencia de superar esos obstáculos, nunca habrías alcanzado tu verdadero potencial como mujer?
¡Todo sucede por una razón!
Nada sucede por casualidad, y menos por buena o mala suerte. Las enfermedades, las decepciones, y todo eso que vemos como “problemas”, son realmente las experiencias que le dan sentido a nuestras vidas.
Los éxitos y las caídas son el material con el cual creamos la vida que deseamos.
De las malas experiencias es de donde tenemos mucho que aprender: Si sientes que alguien te hiere, te traiciona, te decepciona o te rompe el corazón, trabaja en agradecerle y perdónalo o perdonarla, porque es precisamente esa persona la que te esta ayudando a aprender acerca de la confianza y la importancia de ser cautelosa cuando abres tu corazón.
Si alguien te ama, ámalo de vuelta y sin condiciones…no sólo porque te quiere, sino también porque te está enseñando a amar y a abrir tu corazón a las bellezas de la vida.
¡Haz que cada momento cuente! Aprende a apreciar cada instante y a vivirlo al máximo como si no fuera a regresar nunca, porque nunca regresará.
Escucha tu corazón… el tiene todas las respuestas y sabe que todo, absolutamente todo, llega a tu vida en el momento justo y por una razón.