40YMAS: 20 cualidades que definen tu vida después de los 40 (video)

El sábado 4 de mayo tuve el honor de ser invitada por parte de la Feria Nacional del Libro de León (FeNaL) en el estado de Guanajuato, México, a presentar el libro 40YMAS.

Para esta presentación hice un video sobre las 20 cualidades que definen tu vida después de los 40 y que son los títulos de los capítulos del libro.

Estas 20 cualidades yo no me las saqué de la manga. Pues, ¿quién soy yo para decidir que somos las mujeres de más de 40?  Si yo te dijera a TI quién eres lo que estaría es imponiendo lo que TIENES que ser y no lo que PUEDES ser en tu vida.

Lo que sucedió, como muchas recordarán, es que a mediados de 2011 le pedí a las seguidoras de la página de Facebook de este espacio que usaran 3 palabras para definirse a sí mismas como mujeres de más de 40.

La respuesta fue maravillosa y generosísima como siempre.  La pregunta recibió más de 600 comentarios en una hora.  Lo que hice fue darme a la tarea de analizar todas las respuestas e identifique las 20 más recurrentes, las que más se repetían.  Y estas son las 20 cualidades que ves como los títulos de los capítulos del libro.

Espero que te guste el video y te anime, si no lo has hecho aún, a leer y disfrutar de este libro que fue escrito con mucho cariño especialmente para TI:

Si no logras ver el video haz clic aquí: http://www.youtube.com/watch?v=1IiRBQjYO9Y

Visita el canal de YouTube de 40ymás para ver éste y muchos otros videos.

50 palabras, 60 palabras o 100

Mecano

Llevo varios días con una canción de Mecano rondando en mi cabeza y no me la puedo sacar de la mente.

Cuando lo anterior sucede, me he dado cuenta que generalmente es porque existe algún mensaje que me estoy tratando de dar a mí misma que no estoy queriendo escuchar, y mi inconsciente busca la manera más creativa de lograrlo.  Es como si me alguien me estuviera enviando un correo electrónico y mi charola de mensajes recibidos está saturada, así que no queda de otra que llevarme una serenata que suena y resuena hasta que finalmente la escucho.

¿Un mensaje a ti misma, Blanca? ¿Una serenata? ¿Pero qué te has vuelto loca? Probablemente estés pensando mientras lees esto.

Pero la idea no es tan descabellada.  Pregúntate por un momento: ¿quién es la persona que mejor te conoce en este mundo? No es tu madre, ni tu padre, ni tu pareja, ni tus hijos, ni tu mejor amiga de toda la vida.  Esa persona eres TU misma. Lo que sucede es que pocas veces nos preocupamos por nutrir esa relación con nuestro SER interior simplemente porque o no nos interesa, o no pensamos que sea importante, o porque estamos muy ocupadas con “el barullo de los tiempos”, como dice esa canción de Mecano que sigue rondando mi mente.

Pero aunque no fomentemos esa relación a través de la contemplación, el escribir, el meditar, las artes, o alguna otra actividad que nos conecte con nosotras mismas, eso no significa que no exista eso a quien algunas personas llaman alma, o esencia, o espíritu,  o SER interior.

Y ese SER interior es muy real y está ahí.  Es una parte integral de quienes somos.  Nuestro SER exterior se relaciona con la experiencia que tenemos con el mundo externo, y el SER interior la que llevamos con nuestro mundo interno.  Ambos seres se complementan y se nutren uno de otro.

Cuando llevamos una verdadera relación con nosotras mismas, lo que sucede es que se abre naturalmente el canal de nuestra intuición y nuestra creatividad para que éstas fluyan de adentro hacia afuera.  Es cuando más plenas y felices nos sentimos porque nos vemos y reconocemos como las creadoras de nuestra propia vida.

Pero cuando no hacemos caso a nuestro SER interior, éste encuentra la forma de enviarnos los mensajes que necesitamos de múltiples maneras: una frase inspiradora con la que “te topas” sin querer en Facebook, o las palabras de un perfecto desconocido que escuchas en la cola del cine, o la letra de una canción que no te puedes quitar de la cabeza…

Por eso, cuando tú misma experimentes una situación como las anteriores, te invito a reflexionar sobre que tanto te has olvidado de tu ser interior últimamente y que escuches atentamente al mensaje que te está enviando, porque ese mensaje ¡es un REGALO que te estás dando a ti misma por algo y PARA ALGO!

40ymas el Libro

¿Cómo te relacionas con las críticas y los juicios?

Las críticas encogen nuestro espiritu“Soy una tonta”, “Esa mujer se viste horrible”, “Todo mundo conduce muy mal”.

¿Te suenan familiares las frases anteriores? ¿Acaso suena así tu diálogo interno? ¿Tu voz interior está constantemente criticándote a ti misma y a los demás? ¿Miras siempre el mundo con ojos críticos? ¿Te conviertes en juez de todo y de todos?

¿Te pones como ejemplo de cómo deberían de ser y de comportarse los demás? ¿Quizá sacas conclusiones y juzgas a otros sin saber realmente quiénes son?

Casi todos tenemos el hábito de criticar y juzgar tan arraigado que no nos resulta nada fácil deshacernos de él.

Además, es un apego que es muy importante transformar ya que jamás llegaremos a amarnos realmente a nosotras mismas si no dejamos atrás la necesidad de juzgar a los demás.

De pequeñas todas estábamos completamente abiertas a la vida. Contemplábamos el mundo con los ojos llenos de asombro. A menos que algo nos asustara o nos hiciera daño, aceptábamos la vida tal como era. Pero al crecer, empezamos a aceptar las opiniones ajenas y a considerarlas como propias; y es así como aprendimos a criticar.

Quizá te hicieron creer que para crecer y cambiar es necesario que uno se critique y juzgue a sí mismo constantemente. ¡Pero yo no estoy en absoluto de acuerdo con ese concepto!

Porque las críticas, ya sean de otras personas o propias, encogen nuestro espíritu.

No hacen otra cosa que imponernos la creencia de que somos unas inútiles, y no hacen aflorar lo bueno que existe en nosotras.

Si reconoces esto, te será más fácil vivir sin expectativas sobre lo que tú y los demás “deben” o “no deben” hacer y a enfocarte en lo que PUEDES hacer con tu vida para ser feliz.

También te ayudará a que las expectativas de los demás no te afecten, y así podrás vivir tu vida en libertad, sin sentir que has decepcionado a alguien.

Recuerda que cuando alguien te dice que lo has decepcionado no es más que otra forma de decir: “No estás haciendo lo que YO quiero que hagas”, o: “No haces lo que YO creo que debes hacer.”

Esto deja bien claro que la decepción NO te pertenece ya que esas expectativas NO son tuyas sino de él o ella, y que nadie le obligó a tener. Por lo tanto, es su responsabilidad y no la tuya lo que esa persona elige sentir respecto a tus actos.

Por eso hoy te invito a reflexionar sobre tu relación con las críticas y juicios:

¡Vive sin expectativas absurdas y permitete ser feliz sin todos esos condicionamientos que han sido impuestos en tu vida por los demás!

Me lo merezco

Ayer te invite a que completaras una frase en la página de Facebook de 40ymas.com.  La frase decía: “Este fin de semana me doy permiso de: _____”, y las respuestas de las amigas de este espacio que participaron fueron tan variadas como divertidas.

Esto me puso a pensar en el por qué es necesario recordarnos a nosotras mismas como mujeres de 40ymás que SI merecemos tomar un descanso, hacer una pauta en el camino, dejar la dieta de lado de vez en cuanto y darnos el gusto de comer un chocolate o una rebanada de pastel, dormir tarde, leer un libro, ser felices…

Lo que sucede es que creo que la mayoría de las mujeres somos muy buenas para boicotearnos la felicidad.

A veces no hacemos ningún esfuerzo por crearnos una vida mejor simplemente porque creemos que no la merecemos.

¿Y de dónde viene esta creencia negativa?

El creer inconscientemente que no merecemos una vida feliz puede remontarse a las primeras experiencias de nuestra infancia: de pequeñas nos dijeron que no podíamos tener lo que queríamos si no terminábamos toda la comida (incluyendo la sopa de espinaca que odiábamos), o si no limpiábamos perfectamente bien nuestra habitación o si no guardábamos los juguetes. “Si no limpias tu recámara, no te llevo a la fiesta”, es una frase que casi todas escuchamos de pequeñas (y que, ¡ojo! también hemos usado infinidad de veces con nuestros propios hijos).

Para merecer algo había que sufrir primero.  ¿O acaso no era así?

También puede ser que creamos no merecer algo porque estamos tratando de actuar según la opinión o las ideas de otra persona, que nada tienen que ver con nuestra propia realidad.

El hecho de tener algo bueno no tiene nada que ver con el que lo merezcas o no. Recuerda que lo que te obstaculiza para que esa bondad llegue a tu vida es tu falta de disposición para aceptarla.

Por eso hoy te invito a date permiso para aceptar lo bueno TODOS LOS DÍAS DE TU VIDA, independientemente de que creas en cualquier momento dado que no te lo mereces…. porque en realidad:

¡¡¡TU MERECES SER FELIZ!!!

40ymas el Libro