El resultado

La vida no es un resultado, es un procesoComo mujeres de más de 40 hemos vivido ya muchos años acostumbradas a que nuestra vida sea regida y juzgada en base a resultados: de pequeñas si no recogíamos nuestros juguetes, mamá no nos llevaba al parque; en la escuela si no sacábamos buenas calificaciones, nuestros padres nos regañaban; en el trabajo si no cumples con las metas de ventas mensuales, te arriesgas a perder tu empleo…

Vivimos tan enfocadas, obsesionadas, y hasta preocupadas en obtener buenos resultados en todo lo que hacemos que nos olvidamos de vivir y disfrutar del proceso.

Porque finalmente la vida es una sucesión de procesos, no solo de resultados.  La vida misma tiene un resultado.  Un único resultado que va a llegar tarde o temprano, nos guste o no nos guste: la muerte.

La muerte es el resultado de la vida, pero la vida también es un proceso.  No vivimos para morir, vivimos para disfrutar.

Con esto no quiero decir que te olvides de los resultados de los proyectos que emprendes, sino que te enfoques también en la belleza del camino que recorres para llegar a ese resultado.  Por ejemplo, si te pones a dieta “para bajar 5 kilos” es muy diferente que ponerte a dieta “para vivir más sanamente”.  ¿Te das cuenta?  Vivir sanamente es el camino que te va a llevar a bajar el peso que quieres,  el cual es más fácil de disfrutar y aceptar que si estas enfocada solo en los 5 kilos que te sobran.

“Estudio para crecer como persona” es muy diferente que “estudio para pasar la materia”; igual que “trabajo para superarme” es muy distinto que “trabajo para pagar la renta”.

Esto es precisamente lo que significa vivir plenamente.  Es el saber que estamos trabajando por algo y para algo: un sueldo al final del mes, una buena calificación al final del año, un reconocimiento o elogio por una labor bien hecha; pero que el sendero que escogemos para lograrlo puede ser tan dichoso o tan miserable como nosotras lo elijamos.

Vivir plenamente es disfrutar cada momento de la vida, porque cada instante es un regalo que llega a nosotras envuelto de miles de oportunidades para ser felices.

Rechaza el rechazo

A todas las mujeres de más de 40 nos ha pasado algo igual o parecido a esto alguna vez: no nos dan el trabajo que solicitamos porque no tenemos los “requisitos necesarios”; o a nuestro jefe no le gusta una de nuestras ideas porque no es igual a la suya; o un hombre nos rechaza de su vida porque no somos la “mujer de sus sueños”…

¿Qué haces tú en estos casos? ¿Dejas que el rechazo te afecte o no?

Cuando dejamos que el rechazo nos afecte lo que estamos haciendo es darle demasiada importancia a la opinión de los demás sobre lo que nosotras mismas SOMOS.

En lugar de afligirte por ser “rechazada” mejor intenta lo siguiente:

  1. Recuerda que ERES ÚNICA y no hay nadie como tú.  Nunca serás la copia de otra persona aunque otros así lo deseen e insistan en que lo seas.
  2. Reconoce tu propio valor.  Si tienes un diamante costoso y alguien insiste que es falso seguramente defenderás a capa y espada su valor. Tú eres valiosa y lo sabes, no dejes que te hagan sentir como un “diamante falso”.
  3. No pierdas la confianza en ti misma.  Tú sabes bien que tus conocimientos son tuyos y son indestructibles, así que no pierdas la fe en tus posibilidades.  Cuando conoces tu poder interno entonces tú eres la que ejerce una influencia en los demás y no al revés.  Conviértete en la luz de la oscuridad de los otros.
  4. Respétate a ti misma.  Si le das demasiada importancia a la opinión de los demás, entonces estas minimizando tu propio poder, ya que si realmente crees en lo valiosa que tú eres y en tu verdad no necesitas que alguien más te lo tenga que confirmar.
  5. Recuerda que el ser rechazado es una de las consecuencias de tomar riesgos en la vida.  Y como dicen por ahí “el que no arriesga no gana”.

¿Sabes cuantos hombres y mujeres con ideas maravillosas fueron rechazados alguna vez, pero que gracias a que creyeron en su verdad han pasado a la historia por sus valiosas contribuciones a las artes, la política, el deporte y las ciencias?

Te invito a ver la respuesta en el video que comparto a continuación y nunca olvides que la única persona que tiene el verdadero poder para decidir cuáles son tus posibilidades en esta vida y que riesgos debes tomar para vivirla a plenitud ERES TU MISMA.

Ejercicio después de los 40: nunca es tarde para comenzar

En este espacio he compartido ya algunos artículos sobre la importancia que tiene el ejercicio para mantener un estilo de vida saludable después de los 40.

A nuestra edad ya no es cuestión de ejercitar el cuerpo solo para verte bien, sino para vivir más sanamente. ¡No se trata de un capricho de belleza, sino de una necesidad de nuestro organismo que debemos atender, aun si nunca lo habíamos hecho antes!

Por eso, hoy tengo el gusto enorme de presentarles un artículo escrito por Ruth García Gómez con algunos consejos muy prácticos y razones para comenzar a hacer ejercicio después de los 40.

Ruth es entrenadora profesional de preparación física y tiene una trayectoria impresionante que incluye los títulos de Entrenadora Deportiva Nacional (España) y Maestra en Cultura Física, entre muchos otros.  También ha sido ganadora de diversos campeonatos como el de Power Lifting en España 1986, Miss Olimpia de Culturismo en 1999 y el Campeonato del Mundo Parejas WABBA en el año 2000.

El único ejercicio malo es el que no haces

Por: Ruth García Gómez, Entrenadora Personal

Ruth García, entrenadora personal

Hay muchas mujeres que al llegar a los 40 piensan que ya no tienen edad para hacer deporte. Todo lo contrario, cuando se llega a una determinada edad, si no te cuidas, todo se empieza a colgar.  Llevar una buena alimentación y realizar rutinas de ejercicio a diario te ayudará a mantener tu cuerpo a tono.

¿No has hecho nunca deporte? Pues aquí tienes unos consejos, pero recordad que cada cuerpo es un mundo. Tu cuerpo debes conservarlo sano, respetarlo, estudiarlo, porque tu objetivo no es luchar contra el  peso… tu objetivo es sentirte bien contigo misma y, sobre todo, mantener tu salud.

Si tienes más de 40 y nunca has hecho deporte, empecemos por:

Caminar es tal vez la manera más sencilla, barata y efectiva de hacer ejercicio físico, y de convertirlo en un hábito de vida saludable. Caminar consume energía, una hora diaria supone un gasto de, según el peso de la persona, entre 300 y 500 calorías.

A veces no se requiere ni siquiera tiempo, basta con la actitud, con cambiar algunos hábitos diarios. Ir a trabajar andando, por ejemplo. Y si en vez de subir en ascensor se usan habitualmente las escaleras, nuestro gasto energético aumentará aún más.

Si aun no te he convencido, aquí te doy unas razones de  por qué debes olvidarte de una vez de todas tus excusas y decidirte a practicar ejercicio ya:

  • Mejora la imagen personal y permite compartir una actividad con la familia y amigos.
  • Fortaleces el corazón, los pulmones y tus articulaciones.
  • Incrementa la fuerza de tus huesos, les das flexibilidad, resistencia y densidad. A partir de los 40 empezamos a necesitar una aportación extra de calcio para tener los huesos fuertes y evitar la aparición de la osteoporosis.
  • Hace funcionar mejor la circulación, evitando el cansancio de piernas, dolores, calambres y varices.
  • Incrementa la utilización de la grasa corporal y mejora el control del peso.
  • Regula los niveles de triglicéridos, colesterol y glucosa en la sangre. Disminuye el colesterol malo y aumenta el bueno, protege las arterias, previene el riesgo de infarto y coágulos cerebrales y baja la presión alta, a la que diariamente te somete el trabajo, la casa y el cuidado de los hijos.
  • Una cantidad diaria y continua de ejercicio facilita y te ayuda a conciliar y mejorar la calidad del sueño.
  • El ejercicio diario activa la secreción en el cerebro humano de dos mediadores químicos esenciales: la serotonina y la dopamina. La serotonina es el mediador de la regulación del humor y la dopamina es el mediador químico más importante encargado de activar nada menos que las ganas de vivir. Esto ayuda a combatir y mejorar los síntomas de la ansiedad y depresión y aumenta el entusiasmo y el optimismo.

Recordad: ¡HACER EJERCICIO ES CREARTE A TI MISMA UN SEGURO DE VIDA!

¿Quién es tu Richard Parker?

Todas tenemos un Richard Parker en nuestra vidaEste domingo se llevará a cabo la edición 85 de los premios “Oscar”, en donde se premiara a lo mejor de lo mejor de la industria del cine.

Una de las nominaciones a la mejor película la tiene “Life of Pi” (traducida en Hispanoamérica como “Una Aventura Extraordinaria”), la cual es una producción del director taiwanés Ang Lee, quien nos comparte un mensaje profundo y muy bello.

Un mensaje que, en lo personal, me hizo reflexionar como pocas películas lo han hecho desde que vi “Avatar”.

Sin entrar en mucho detalle (para no arruinar tus deseos de verla, si aún no lo has hecho), “Una Aventura Extraordinaria” se trata de la relación de un adolescente hindú con un tigre de bengala llamado Richard Parker bajo circunstancias muy poco habituales.  “Pi”, el muchacho, se encuentra solo en altamar junto con la fiera creatura en una aventura de valor y redescubrimiento.

Compartir una balsa de náufrago con una creatura salvaje, en medio del océano y con provisiones limitadas, hace que Pi transforme sus miedos en oportunidades de creatividad y aceptación.  A lo largo de esta aventura, Richard Parker pasa de ser de una amenaza a convertirse en el catalizador que logra que Pi no pierda sus ganas de vivir.

Yo creo que todas tenemos un Richard Parker en nuestra vida: es ese miedo que a partir de nuestro reconocimiento se puede transformar en la oportunidad de conocernos mejor a nosotras mismas y vivir la vida que deseamos, más allá de las limitaciones creadas en nuestra mente.

Por eso te pregunto hoy: ¿qué o quién es tu Richard Parker?

¿Qué es eso que te está impidiendo crear la vida que te mereces? ¿A qué le tienes miedo?

Porque para cambiar algo, primero hay que reconocerlo.  Y en el momento en que reconozcas a tu tigre de bengala, entonces lo podrás transformar en el aliado que te ayudará a impulsarte a ser quien TÚ deseas ser.