¿Qué es bueno comer durante la menopausia?

La menopausia es una etapa por la cual todas las mujeres debemos pasar tarde o temprano.  Aunque generalmente esta se presenta alrededor de los 50, hay mujeres que comienzan con síntomas de perimenopausia y menopausia en sus 40s.

Hoy comparto con ustedes una contribución del equipo de  Gaby Cano, de ALÓM SPA, en donde nos habla sobre los alimentos que nos pueden ayudar a vivir esta etapa de nuestra vida de una manera más saludable y sin complicaciones.

Etapa de subidas y bajadas: Tu alimentación en la menopausia.

Por Mariela Alva, Nutriologa, ÁLOM SPA

A lo largo de la vida, la mujer y el hombre han de afrontar una serie de etapas, entre ellas la menopausia y la andropausia, términos que se relacionan con el descenso de los niveles de hormonas femeninas (estrógenos) y masculinas (testosterona), que desde el punto de vista nutricional marcan nuevas necesidades  de alimentos y nutrientes específicos, los cuales nos permiten hacer más llevadero este proceso marcado por cambios físicos y emocionales, evitando o aminorando los síntomas que se presentan.

En ambos casos ocurre un aumento de los depósitos de grasa en el cuerpo, por lo que nos hace más susceptibles a subir de peso y con ello a padecer enfermedades crónico degenerativas como la diabetes mellitus, hipertensión arterial y dislipidemias, agregando síntomas como bochornos en el caso de las mujeres y escalofríos en los hombres, cambios en el estado de animo para ambos, entre otros que varían de persona a persona.

Durante esta etapa, tu alimentación y los hábitos alimenticios se hacen más importantes, ya que de no ser cubiertas las demandas de nutrientes, el cuerpo puede sufrir una descompensación provocando enfermedades de tipo carencial como la osteoporosis.

A continuación te damos los puntos principales que te pueden ayudar a sobrellevar esta etapa.

Disminuye el riesgo de osteoporosis:

  • Aumenta tu consumo de alimentos ricos en calcio. Come al menos dos raciones al día de los siguientes alimentos: leche descremada, yogurt light, quesos bajos en grasa (panela, cottage, requesón y Oaxaca), sardinas, verduras de hoja verde y frijoles.
  • Evita el tabaco, el café, y el alcohol ya que favorecen la descalcificación de los huesos.

Para los síntomas:

  • La soya: Es considerado el alimento estrella auxiliar de los síntomas de la menopausia, debido a su contenido en fitoestrógenos, sustancias que poseen actividad estrogénica, al comportarse de modo similar a los estrógenos femeninos.

Hábitos alimenticios:

Con el objetivo de evitar enfermedades consecuentes a la acumulación de grasa en exceso, es importante adquirir hábitos alimenticios saludables que te permitan mantener tu peso corporal adecuado a tu edad y estatura.

El inicio de esta etapa es el momento indicado para optar por cambios en tu estilo de vida que te permitan tener una vida sana:

  1. Establece horarios de comidas: Es necesario con el fin de evitar el descenso de los niveles de glucosa en sangre, que es causa de cansancio, irritabilidad, mareo y caídas.
  2. Realiza entre 4 y 5 comidas: tu alimentación debe estar estructurada en tres comidas básicas (desayuno, comida y cena) y 2 o 1 colación según sea el caso, aspecto indispensable para evitar sobrepeso y obesidad, padecimientos que pueden estar condicionados por la función hormonal de esta etapa.
  3. Más alimentos ricos en hidratos de carbono complejos: Cereales como el pan, arroz, pasta, legumbres y papas deben constituir la base de la alimentación adaptadas a las raciones que se requieren por día.
  4. Limita las grasas y azucares. Evita el consumo de alimentos con grasas saturadas (carnes grasosas, mantequilla, preparaciones fritas y embutidos) y aquellos con azucares refinadas como pastelitos, pan dulce y dulces en general.

¿Qué leer y por qué?

Ayer, con el pretexto de la celebración del Día Nacional del Libro en México, visité una librería para ver qué es lo que se está leyendo estos días.

Después de echar un vistazo a la sección de novelas, me dirigí al área de libros de no ficción, que es a donde pertenece el libro 40YMAS.

Como siempre me asombré al ver la gran variedad de libros nuevos.  Considerando que este es un país en donde la lectura no es un hábito bien arraigado, es sorprendente que haya tantos y tan variados temas a elegir para el lector.

Los autores que desfilan hoy en día por las ferias de libro promoviendo sus obras tienen todos propuestas muy interesantes.  Hay quienes ofrecen sugerencias para cambiar la relación con nuestros hijos o con nuestra pareja, varios sugieren un cambio de conversación sobre el país, otros proponen una mayor igualdad de género a través de más oportunidades para las mujeres en el ámbito laboral y de las tecnologías,  y también hay autores que nos dicen cómo llevar una vida más sana, o cómo lograr el éxito en nuestras finanzas.

Lo que todos estos libros tienen en común es que ofrecen es una propuesta de cambio, y todos te dicen en sus libros cómo hacerlo.

Y la pregunta que cruzó mi mente ayer después de hojear tantos libros fue ¿POR QUÉ?  ¿Por qué tanta propuesta de cambio si lo que menos nos gusta a los seres humanos es precisamente CAMBIAR?  ¿Por qué necesitamos que alguien nos diga cómo debemos vivir nuestra relación con nuestros seres queridos, con el sexo opuesto, con nuestro cuerpo, con nuestro trabajo, con nuestro país, para ser más felices?

Decirle a alguien lo que DEBE hacer con su vida no es empoderante.  Decirle lo que PUEDE hacer si lo es.

Si estuviéramos conscientes en primer lugar del poder que existe en nosotras mismas para crear la vida que deseamos, no necesitaríamos que otra persona nos lo diga.

No estoy diciendo que dejes de comprar libros de autoayuda, o de consejos, o de política.  Lo que quiero decir es que cuando los compres lo hagas sabiendo que para que puedas crear un VERDADERO cambio en tus relaciones y conversaciones con y acerca de los demás, de tu país y de tu entorno, la primera relación y conversación que debe cambiar es la que TU tienes contigo misma sobre TI misma.

Porque cuando cambias tú, cambia el mundo.

Y la anterior es y será siempre la propuesta que yo compartiré contigo en el blog, los cursos que imparto y en el libro 40YMAS.

¿Cómo construye el internet puentes imaginarios?

Que las redes sociales han revolucionado el internet, no es ninguna novedad. El crecimiento en el  número de usuarios de éstas ha evolucionado de forma notoria. El simple hecho de que Facebook cuente hoy con más de un millón de millones de usuarios y que en la página de 40ymás en esta red social ya seamos casi 54,000 mujeres de más de 40 es testimonio de que hoy en día la mayoría de las personas tenemos una cuenta en alguna red social.

Existen redes sociales conocidas y utilizadas a nivel nacional y otras que son utilizadas en un contexto global, pero todas ellas construyen puentes imaginarios entre los usuarios. Tanto al compartir fotos, mensajes, videos, o al enviar obsequios, como por ejemplo pasteles o flores a través de tarjetas virtuales, servicio que es ofrecido por millares de sitios web.

Las conocidas e-cards han ganado importancia en los últimos años. Es posible a través de las mismas enviar mensajes musicales y hasta configurarlas de tal forma que parezcan un periódico o hasta un cartel de cine, incluyendo fotos de la persona que las recibe.

En lo personal, durante todos los años que viví fuera de mi país, utilicé mucho esta forma de mostrar afecto a mis seres queridos desde el otro lado del mundo.

Pero la realidad es que aunque el internet acorte la distancia, enviar tarjetas de flores por email, o a través de redes sociales no es lo mismo que entregar y recibir flores personalmente, ya que al leer un comentario o ver una imagen solo usamos uno de nuestros sentidos (la vista). En cambio, cuando recibimos un ramo de flores, podemos además de contemplarlas, al sentir el lindo perfume que emanan las mismas, acordarnos de momentos maravillosos que pasamos junto a la persona querida que las ha enviado.  Lo mismo acontece cuando algún familiar vive en el extranjero, podemos hablar con él por teléfono o enviarle algún recado, pero no se compara al verlo, y abrazarlo cuando finalmente visita nuestro hogar.

Es por eso que a pesar de tener algún costo, ahora que yo soy la que estoy en mi propio país y tengo familia y amigos fuera de México, intento, de vez en cuando y cuando la ocasión es importante y lo amerita, utilizar algunos métodos tradicionales, como enviar cartas por correo en vez de hacerlo por email y enviar flores a domicilio u otros obsequios utilizando una empresa de confianza en vez de hacerlo a través de redes sociales, ya que la frialdad de una máquina no se compara al valor de una muestra de cariño o al perfume de una rosa.

Construir sobre lo destruido

Ayer escuche en la radio a un comentarista que decía que el huracán Sandy, el cual ha devastado el noreste de los Estados Unidos, puede a mediano plazo ser la salvación de la economía de ese país, ya que debido a la destrucción de ciudades como Nueva York y la costa de Nueva Jersey se generarán miles de nuevos empleos dedicados a la reconstrucción.

Este comentario me dejo pensando en que todo, menos la perdida de vida humana, se puede “reconstruir” después de una tragedia si decidimos ver la situación desde un punto de vista positivo y de oportunidad en lugar de quedarnos “atoradas” en la desdicha.

El rompimiento de una relación sentimental, por ejemplo, es el equivalente a la destrucción de la misma.  Se “destruye” lo que habíamos creado en pareja y depende de nosotras si nos quedamos viendo las “ruinas” de lo que fue esa relación, llorando eternamente por lo que hubo en su momento, o si nos disponemos a reconstruir y fortificar nuestros cimientos emocionales para así tener la oportunidad de “construir” una nueva relación cuando llegue el momento.

Lo mismo aplica cuando nos quedamos sin empleo, cuando tenemos un problema de salud, o cuando cualquier cosa o situación importante para nosotras se complica, se debilita considerablemente, o simplemente llega a su fin.

Ese es el ciclo de la vida.  Construir sobre lo destruido.  Aprender de cada experiencia y levantarnos de las cenizas como el Ave Fénix  que muere para renacer en toda su gloria.

El poder de reinventarnos cada día como una mejor versión de nosotras mismas es uno de los dones que la vida nos ha dado, y es precisamente en los momentos de “destrucción” cuando podemos usar nuestra creatividad para transformar las dificultades en oportunidades de crecimiento.

Por eso la próxima vez que te sientas devastada y creas que tu vida se está viniendo abajo, recuerda que toda experiencia tiene su razón de ser y que de ti depende si decides usarla como una escalera que sube… o que baja.