Conflicto generacional

Muchas de nosotras, mujeres de 40ymas, somos madres y abuelas al mismo tiempo que somos hijas… y todavía hasta nietas.  Por lo tanto la frase “conflicto generacional” verdaderamente resuena en nuestro corazón cuando la escuchamos, ya que muchas nos sentimos a veces como el relleno de un emparedado entre dos generaciones totalmente distintas.

Pero esto no es novedad.  Es exactamente lo que nuestros padres vivieron en su momento y sus padres antes que ellos.  También es lo que nuestros hijos vivirán en unos años, si no es que ya lo están viviendo con sus propios hijos pequeños.

¿Y porque tiene que ser así?

La verdad es que no TIENE que ser así.  La razón por la que se presentan estos sentimientos de frustración  y poca comprensión entre generaciones es principalmente por falta de tolerancia y empatía.

Falta de tolerancia a aceptar los cambios.  A mí, por ejemplo, me encantaría que la música se hubiera quedado estancada en los 80s.  La mayoría de la música de “hoy” no es lo mío, no la “entiendo” y muchas veces no la “tolero”.  No hace falta que nos convirtamos en fans de la moda y gustos de las generaciones más jóvenes, pero si aplicáramos un poco mas de tolerancia, entonces el sentimiento de conflicto se desvanecería hasta desaparecer.

También nos hace falta empatía.   La empatía es simplemente la capacidad de “ponerse en los zapatos del otro”, de tratar de entender lo que los demás están sintiendo.  Si nos esforzáramos un poco en recordar como éramos nosotras mismas a su edad, inmediatamente se terminarían los conflictos con nuestros hijos o nietos adolescentes.

Recordemos que los jóvenes a nuestro cargo: hijos, nietos o alumnos, tienen el derecho a experimentar su propia vida.  Nosotras lo mejor que podemos hacer es utilizar nuestra luz para ayudarles a alumbrar su camino… pero es SU decisión, y solo la de ellos y ellas, como eligen vivir cada momento de su existencia.

Y para terminar comparto un texto con el que me topé hace unos días.  Parece que algunas de las citas incluidas en el no son verídicas, pero aun así me parece que ilustra maravillosamente bien este tema del “eterno” conflicto generacional:

El médico inglés, Ronald Gibson, comenzó una conferencia sobre conflicto generacional, citando cuatro frases:

1) “Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos.”

2) “Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país, si la juventud de hoy toma mañana el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible.”

3) “Nuestro mundo llegó a su punto crítico. Los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos.”

4) “Esta juventud esta malograda hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y ociosos. Ellos jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura.”

Después de enunciar las cuatro citas, el Doctor Gibson, observaba como gran parte de la concurrencia aprobaba cada una de las frases. Aguardó unos instantes a que se acallaran los murmullos de la gente comentando lo expresado y entonces reveló el origen de las frases, diciendo:

  • La primera frase es de Sócrates (470 – 399 A .C.);
  • La segunda es de Hesíodo ( 720 A .C.);
  • La tercera es de un sacerdote ( 2.000 A .C.);
  • La cuarta estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia (actual Bagdad) y con más de 4.000 años de existencia;

Y ante la perplejidad de los asistentes, concluyó diciéndoles:

Señoras Madres y Señores Padres de familia: RELÁJENSE, QUE LA COSA SIEMPRE HA SIDO ASÍ…

¿Adolescentes en casa?

La que tenga un hijo o hija adolescente en casa con quien “en ocasiones” es difícil comunicarse que diga yo…

¡…yo!

No me quejo, mi hija es un verdadero encanto, pero como la mayoría de los adolescentes  tiende a practicar el sentido del “oído selectivo” de vez en cuando, lo cual significa que, como muchas madres en mi situación, tengo dos opciones:

(1) frustrarme o

(2) aceptarla como es y usar mi creatividad para hacerme escuchar de una manera firme y sensata.

Alguien que tiene una muy divertida idea de cómo hacerse escuchar por sus hijos adolescentes es el comediante norteamericano Tim Hawkins.

En el video que comparto con ustedes el día de hoy, Tim nos muestra como ha logrado que sus hijos lo obedezcan y, junto con otros dos simpáticos comediantes, nos comparte su punto de vista sobre la juventud actual.

Espero que les guste el video y recuerden que la adolescencia es una hermosa etapa en la vida de nuestros hijos, llena de cambios y nuevos retos.

¡Disfrutemos el momento y la experiencia tan hermosa que es verlos crecer y convertirse en adultos!

Para ver el video con subtítulos en Español haz clic en el triángulo solamente UNA VEZ. Por favor ten un poco de paciencia ya que el video puede tardar unos segundos en comenzar.

Mamás de más de 40 en Facebook

De las más de 17,000 seguidoras de esta página en Facebook, me atrevo a adivinar, sin temor a equivocarme, que la mayoría tenemos hijos adolescentes ó universitarios.

Si es así, la pregunta obligada es: ¿estás conectada con ellos en Facebook? Si tu respuesta es sí ¿quién agregó a quién?  ¿Tú lo agregaste a él o fue a la inversa?

¿Has discutido alguna vez tu relación “virtual” con tus hijos?  Si ellos son como la mayoría de los adolescentes, probablemente la conversación sobre el tema no se ha dado y es posible que te hayas preguntado en más de una ocasión si el formar parte de su vida social en internet es apropiado ó no.

En realidad la respuesta depende de tí y de la relación que tienes tus hijos.

Como escribí en un artículo anterior, las redes sociales como Facebook, MySpace y las salas de chat como MSN forman una parte importante de la vida social del adolescente.  El introducirte en ese espacio virtual sin su pleno consentimiento equivale a sentarte sin avisar con él/ella y sus amigos cuando están platicando en una cafetería o a alzar la bocina del teléfono y escuchar cuando está en plena conversación.

Aunque hoy en día Facebook ofrece muchas opciones para proteger la privacidad de los usuarios y nos permite decidir que compartir con los demás (sí, tus hijos pueden estar conectados contigo y aún así tienen la posibilidad de bloquearte el acceso a su muro y fotos), estos son cinco consejos que te pueden ser útiles para tener una relación virtual sana con tus hijos:

1. No envíes solicitudes a tus hijos adolescentes o universitarios para hacerte amiga de ellos en Facebook. Coméntales que estás en Facebook y deja que sean ellos los que decidan si se quieren conectar contigo o no.

2. Si decides agregar a tu hijo como amigo en Facebook y éste ignora tu invitación ¡no te ofendas! Tus hijos tienen derecho a decidir quien forma parte o no de su lista de amigos. Recuerda que Facebook comenzó como un espacio para jóvenes y muchos todavía sienten que los adultos hemos “invadido su espacio”.

3. Si ya estas conectada con ellos, evita marcar todo lo que escriben con “me gusta” y procura no escribir mensajes en su muro y “darles toques”.  Si quieres decirle algo a tu hijo: díselo en persona, llámale por teléfono o envíale un email.

4. No subas fotos de tus hijos de cuando eran pequeños sin su permiso.  Lo que a ti y tus amigas les puede parecer muy tierno ¡a ellos les puede parecer aterrador!

5. No envíes solicitudes de amistad a los amigos y amigas de tus hijos. Deja que sean ellos los que decidan si se quieren conectar contigo (muy probablemente no).

¡Todo sea por no hacer sentir a nuestros hijos como el chico en el simpático video que comparto con ustedes a continuación!

Mamá de adolescentes

Madre de adolescenteUna de las bellezas de ser mujer de más de 40 años es que de la misma manera que a esta edad podemos estar embarazadas, igual podemos ser madres de hijos pequeños, o de hijos adolescentes, o hasta podemos ser ya abuelas. ¡Y más de una o dos de nosotras son todo esto al mismo tiempo!

Este artículo está especialmente dedicado a las mamás que tienen hijos en esa etapa tan interesante de la vida: la adolescencia.

Cuando tienes hijos o hijas de esta edad es normal preocuparse sobre a lo que ellos están expuestos a medida que van creciendo.

Puede que a veces te preguntes si tus hijos van a lograr vivir sus años de pubertad y adolescencia sin mezclarse con la gente equivocada, sin dañar su reputación, y lo más importante, sin olvidar permanecer siempre fiel a los principios que les has inculcado.

Estas son algunas preguntas que te puedes hacer a ti misma para identificar si tus hijos adolescentes van por buen camino:

1. ¿Quiénes son sus amigos?

Una de las maneras más fáciles de comprobar en que está metido tu hijo, es ver qué clase de amigos tiene. Si sus amigos se comportan ó usan un vocabulario que te hubiera gustado que tu hijo nunca usara, entonces puede ser una señal de problema.

El juntarse con una gran cantidad de personas a esta edad es tan usual como lo es el tener un estrecho grupo de amigos, pero si tienes dudas, simplemente fíjate con quien pasa tu hijo la mayor parte de su tiempo y muy discretamente puedes averiguar quién es él o ella y quien es su familia. La presión de los compañeros es muy normal a esta edad, por lo que si te decides a hablar de un “amigo problemático” con tu hijo, asegúrate de tener toda la información posible de antemano.

2. ¿Qué ve tu hijo en la televisión?

Algunos programas de televisión siempre serán populares entre los adolescentes y pre-adolescentes independientemente de su contenido. Sin embargo, como madre debes hacer un seguimiento de lo que están viendo y de qué mensaje están recibiendo.

¿Tu hija de diez años de edad prefiere ver telenovelas que a Hannah Montana ó el canal de Disney? Si este es el caso, tal vez necesitas invertir algo de tiempo en ver algunos episodios juntas para ver exactamente que mensajes está recibiendo tu princesa.

3. ¿Cómo va en la escuela?

Si las calificaciones de tu hijo de repente bajan, puede que se trate de algo tan simple como que necesita un poco de ayuda adicional en un tema específico, ó puede ser un síntoma de algo mucho más grave. Tómate un tiempo para investigar la razón de cualquier modo.

4. ¿Qué sitios visita en el internet?

¿Pasa horas en MSN o Facebook? ¿Qué busca en Google? De la misma forma que sus programas de televisión favoritos son una indicación de en que están involucrados tus hijos, el tiempo que pasan delante de su computadora te puede decir mucho acerca de sus intereses, deseos y problemáticas.

Las salas de chat y los sitios sociales forman una parte importante de la vida social del adolescente. No les prohíbas su uso, sólo asegúrate de que tengas una manera de controlarlos o, mejor aún, discute con ellos abiertamente la forma en que están haciendo el mejor uso de estos. Lo que es más importante, asegúrate de que sepan todos los posibles riesgos de conocer a alguien vía internet y el cómo hacer amistades cibernéticas con seguridad.

5. ¿Qué hay en su guardarropa?

Puede parecer frívolo, pero si tu hija se viste como si fuera a la disco en lugar de cómo una niña preadolescente, probablemente necesitas hacer algo al respecto. La moda es muy importante para todas las niñas de todas las edades, pero algunas modas simplemente no son apropiadas para niñas de menos de 18 años. El que se vista inadecuadamente puede generar un mensaje equivocado para ella misma.

Cuando vayas de compras ayúdale a escoger ropa que sea moderna pero apropiada para su edad, y si le gusta a elegir su propia ropa simplemente ofrécete a acompañarla.

Los hombres tienden a ser un poco menos influenciados por la moda, a esta edad es más probable que se quieran vestir como el resto de la pandilla.

Lo más importante de todo esto es siempre recordar que todo lo que hemos dicho hasta ahora puede señalar hacia un lado mientras que tu hijo o hija están siguiendo el camino opuesto. Poco es lo permanente o duradero a esta edad, así que enfócate en ayudarlos a caminar en la dirección correcta a través de mucha comunicación y confianza.

¡Entonces podrás sentarte y disfrutar orgullosamente viéndolos transformase en adultos felices!