El crear y mantener una familia feliz es uno de los deseos de la mayoría de las mujeres, y hoy que se celebra el Día Internacional de la Familia creo que es un buen momento para reflexionar que es lo que realmente significa ser y tener una familia feliz y lo que podemos hacer para mantener la armonía familiar.
Define quién es tu “familia”
No estoy hablando de la definición típica de familia que todas aprendimos en la clase de Ciencias Sociales en la primaria: “La familia es la base de la sociedad”, sino de aclarar quién es realmente nuestra familia y quienes son nuestros parientes.
Las familias de hoy tienen muchas formas. Hay familias que consisten de una pareja sin hijos; otras de un papá, una mamá e hijos; otras de un papá o una mamá con hijos; y sin olvidar que en muchos países también hay familias que consisten de dos hombres y/o dos mujeres con o sin hijos. En muchos casos un(a) abuelo(a) o un(a) tío(a) forman parte del núcleo familiar inmediato, y muchísimas otras familias son formadas por padrastros, madrastras e hijastros. Ninguna de estas familias es mejor o peor que la otra. Cada una es simplemente diferente.
Si tu círculo familiar no está muy bien definido (por ejemplo si eres madre soltera o te acabas de divorciar y vives con tus hijos en casa de tus padres) es bueno que definas bien el papel de cada quien en la familia y que todos tengan bien claro cuál es la estructura familiar y la contribución de cada uno de sus integrantes.
Y es importante que nunca olvides que ninguna familia es feliz por si sola. La relación con tus parientes, amigos, vecinos y otros círculos sociales es muy importantes para lograr la felicidad y el desarrollo familiar.
Define “felicidad familiar”
No confundas “familia feliz” con “familia perfecta”, ya que las familias perfectas simplemente no existen.
En realidad las familias felices también tienen niños malhumorados, casas desordenadas y dificultades económicas como todas las familias del mundo.
Pero lo que las hace felices es que tienen un núcleo de amor que los mantiene unidos en las altas y bajas de la vida. El ser una familia feliz es algo más profundo que el pasar un momento agradable todos juntos o el disfrutar de unas vacaciones divertidas: una familia feliz es aquella que tiene un entendimiento claro del significado y el propósito de sus vidas.
Cuando esto existe, los momentos difíciles son más fáciles de sobrellevar, porque se pueden poner en perspectiva, y los momentos felices son mucho más memorables para todos.
Recuerda a la familia Munster y a la familia Addams
La familia de los Munster y los locos Addams (de los programas de televisión de los años 60s) son ejemplos de dos familias que sin ser tradicionales eran sumamente felices y unidas.
Aunque sus estilos de vida era cuestionados una y otra vez por la gente “normal”, los valores que mantenían unidas a estas familias eran bien claros para todos, así como la definición de quienes formaban parte de la familia – incluyendo al abuelo y a la tía Lily en el caso de los Munster o a la abuela y al tío Lucas en el caso de los Addams.
Cuando tu familia se pone acuerdo en cuales son sus valores fundamentales (por ejemplo: comunicación, respeto, tolerancia…) y vive de acuerdo a las normas que ustedes mismos han definido, entonces estarán creando una identidad familiar más solida y asimismo estarán reduciendo la posibilidad de cualquier conflicto.