Y coincidir…

“Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… ¡y coincidir!” “Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… ¡y coincidir!” Esta frase pertenece a una canción escrita por Alberto Escobar que siempre me ha gustado mucho pero que hasta ahora, como mujer de más de 40, resuena realmente en mi alma.

Hasta hace no mucho cuando alguien entraba a mi vida, y causaba un impacto en ella, creía realmente que era algo que “me estaba sucediendo”, que era una coincidencia pero en el sentido de que debía ser una casualidad el hecho de que nuestras vidas se hayan cruzado.

Pero ahora sé que no es así.  Ahora sé en mi corazón que mi vida siempre va a coincidir con la de personas especiales.  Especiales porque están ahí justo en el momento que debe de SER.  Ni un minuto antes, ni un minuto después.  Coinciden conmigo no porque sea una casualidad, sino una causalidad de la vida.  Porque yo tengo algo que aportar en su vida y él o ella tiene algo que contribuir en la mía.

Lo que los demás traen a nuestra vida depende de nosotras. De cómo deseamos enfrentar cada experiencia que compartimos con los demás.  De qué forma decidimos dar a cada vivencia en la que nos relacionamos con los que coincidimos en este mágico mundo:

  • Porque nosotras tenernos el poder de decidir si queremos basar cada relación en amor o en temor.
  • Porque nosotras tenemos el poder de decidir si fomentar una relación o terminarla.
  • Porque nosotras tenemos el poder de decidir  si el coincidir con alguien precisamente HOY es un regalo de la vida o una maldición.

Por eso te invito a que tomes unos minutos y mires a tu alrededor.

Observa a quienes forman parte de tu mundo en este momento: a tu familia, a tus compañeros de trabajo, a tus amigos, a tus amigas de Facebook, a tu pareja…  ¡y permítete vivir plenamente cada una de esas coincidencias que la vida te esta regalando!

No hay problema…

“Me decepcionó, me humilló, me lastimó, me defraudó, me hizo, me deshizo…” ¿Te has dado cuenta que generalmente tendemos a echarle la culpa a los demás de la mayoría de nuestros problemas?  Y esos “demás” normalmente son las personas que mas queremos.

Muchas mujeres tendemos a olvidar que eso que “nos pasa” no es realmente un problema, a menos que nosotras elijamos que así lo sea; ya que los eventos no tienen realmente un significado, más que el significado que nosotras mismas les damos.

Si tu amiga no te llama el día de tu cumpleaños, eso no significa que lo haya hecho para lastimarte.  Es totalmente tu decisión si tú te sientes lastimada por ese evento.

Si tu pareja hace algo que no te gusta, recuerda que es totalmente tu elección el significado que le deseas dar a ese acontecimiento: puedes elegir sentirte decepcionada o igualmente puedes decidir que lo que sucedió no tiene nada que ver contigo y con su relación.

En lugar de usar nuestra energía para percibir nuestras experiencias como problemas que “debemos resolver”, ¿qué les parece si mejor le damos más importancia al AMAR a los que nos rodean y a apreciar la perfección en cada una de nuestras relaciones?

¡No permitamos que el resolver un “problema” con alguien se vuelva más importante que la experiencia de amar a esa persona!

Mis propósitos para el Año Nuevo

Después de escribir el artículo que publiqué hace un par de días en este espacio me puse a reflexionar seriamente sobre mis propios propósitos de año nuevo.

Y decidí que en el 2012 voy a concentrarme más en SER que en HACER.

Mis propósitos para el nuevo año no serán bajar de peso, o correr un maratón, o trabajar más horas, o estudiar otro idioma, o escribir un libro.

En 2012 me voy a enfocar en SER.

No pienso ser ni más ni menos de lo que ya SOY ahora.  Mi objetivo en 2012 es SER SUFICIENTE en 7 aspectos fundamentales de mi vida…

  1. SER una madre SUFICIENTEMENTE amorosa.
  2. SER una hija SUFICIENTEMENTE comprensiva.
  3. SER una amante SUFICIENTEMENTE cautelosa.
  4. SER una amiga SUFICIENTEMENTE presente.
  5. SER una escritora SUFICIENTEMENTE comprometida.
  6. SER una trabajadora SUFICIENTEMENTE consciente.
  7. SER una mujer SUFICIENTEMENTE creativa.

Cuando algo es “suficiente” no es mucho ni es poco, no le sobra ni le falta.

Simplemente ES.

¡Mis mejores deseos para que 2012 sea un año suficientemente feliz para ti y los tuyos! 🙂

Lo que aprendí en 2011

Cada fin de año es la culminación de un ciclo y una invitación de la vida a reflexionar sobre lo aprendido los últimos 365 días de nuestra existencia.

Como en todo, hay años que pasan sin mucho que contar y otros que se distinguen por una o más experiencias que realmente han creado un impacto en nosotras.  Este año ha sido uno de esos para mí.

En 2011, ya como mujer de más de 40, aprendí que en esta vida si es muy importante dar lo mejor de nosotros, hacer nuestro mejor esfuerzo y poner nuestra energía y corazón en esos proyectos que deseamos lograr y metas que anhelamos cumplir… pero aún más importante es el SABER conscientemente que al final del día todo va a suceder de acuerdo a un Plan que no es escrito por nosotras mismas.

¡¿Un Plan que no es escrito por nosotras mismas… de que estás hablando?!

Llámalo como tu desees y como resuene en tu corazón: Dios, Universo, Destino, Fe… la realidad, o por lo menos lo que yo ya sabía “en teoría” y he confirmado este año, es que cada una de nosotras somos solo una pequeña parte de una gran sinfonía, y que a fin de cuentas el creador/creadora de esa maravillosa y milagrosa obra esta acomodando las piezas no para que su creación sea una obra mediocre, sino maestra.

Si, ya sé que siempre he escrito en este espacio que nosotras somos creadoras de nuestra propia vida y ESO es totalmente cierto: De cada una de nosotras depende como elegimos vivir esta experiencia llamada vida.

De cada una de nosotras depende si cuando las cosas “no salen como yo quería” optamos por frustramos y enojarnos o si mejor decidimos agradecer el hecho de tener una experiencia más que nos va a ayudar a fortalecernos y a crecer como mujeres, y a SER parte de un todo maravilloso que se llama VIDA.

Esta ha sido mi mayor “lección” de 2011: Por más que yo planee mi vida, los sucesos en ella no siempre serán como yo deseo; pero el cómo vivo y afronto cada experiencia, ya sea esta “buena” o “mala”, depende totalmente de mí.

A unos pocos días de que termine el año, te invito a tomarte unos minutos contigo misma y a identificar la experiencia que ha causado un impacto en tu vida en 2011 y por la cual estas sinceramente agradecida.