¿Y tú… sientes la lluvia?

“Algunas personas sienten la lluvia, otras simplemente se mojan”, esta es una frase del cantante Bob Marley que siempre me ha gustado mucho.

Porque todos los eventos de la vida son precisamente como una tormenta de lluvia en donde nosotras podemos decidir si preferimos vivirlos plenamente, o ignorarlos, o hasta sufrirlos.

Digamos que vas de vacaciones a la playa con tu familia.  Es tu oportunidad de desconectarte de tu trabajo y obligaciones de rutina y conectarte con tu familia y la naturaleza.  Pero en lugar de eso te llevas tu computadora contigo y te la pasas contestando emails sentada en el cuarto del hotel mientras tus hijos chapotean en el mar con tu marido.  O, peor aún, en lugar de disfrutar totalmente del momento, te la pasas quejándote de la arena que se metió en tus zapatos, de los mosquitos, de que te quemaste la piel, de la comida, de la falta de presión de la regadera del hotel…

Tú puedes decidir si regresas de esas vacaciones descansada y feliz de haber disfrutado unos momentos especiales con tus seres amados, o si regresas igual de cansada que cuando te fuiste, ¡o si regresas enojada con tu familia por haberte llevado con ellos!

Cada momento trae consigo una oportunidad de ayudarnos a elegir lo que queremos SER.  Si quieres SER una mujer feliz, entonces ve la oportunidad de serlo hasta en los momentos más difíciles.  Porque en los momentos placenteros es fácil ser feliz, lo difícil es mantener tu centro durante las adversidades.

Los contratiempos nos llevan a enfrentamos con la mujer que no deseamos ser.  Si un ser amado se enferma es imposible que en ese momento sientas felicidad.  Lo más seguro es que sientas una inmensa tristeza y frustración.  Pero si te enfocas en reconocer que tu felicidad se encuentra justo del otro lado de esa dificultad, te será mucho más fácil lidiar con ella, atravesarla y ayudar a tus seres queridos a atravesarla contigo.

Por eso hoy te invito a reflexionar que es lo que deseas en tu vida: ¿Sentir cada evento plenamente enfocada en tu felicidad? ¿Ignorar las oportunidades de dicha que se te presentan? ¿Ó vivir una vida de sufrimiento?

¿Qué va a suceder?

Todas sabemos que lo que sucedió en el pasado ya pasó, y que por más que queramos simplemente no tenemos el poder de cambiarlo.

Pero nadie sabe que va a suceder en el futuro.  Puedes pasar tu vida leyéndote las cartas y el café o consultando tu horóscopo, y jamás sabrás a ciencia cierta lo que va a pasar.

¿Entonces por qué nos angustiamos tanto por ese futuro que todavía no ha llegado?

En lugar de gastar nuestra energía en preguntarnos una y otra vez cómo será el futuro, dejando la respuesta al destino, quizá sería más sensato reconocer que nosotras mismas somos las arquitectas de nuestro propio futuro y a partir de ahí crearlo.

Quizá no puedas controlar TODOS los eventos que se presenten en tu futuro.  Esos son parte de tu experiencia externa en la cual no eres la única involucrada.  Lo que sucederá en tu casa, trabajo, familia, comunidad, país, escuela, etc. no depende completamente de ti.

Lo que si depende totalmente de ti es tu forma de responder a los eventos de TU futuro.  Si tú eliges desde ahora que deseas tener un futuro brillante, feliz, amoroso y armonioso, entonces así será como percibirás cada evento que llegue a tu vida: como una experiencia que te lleva a vivir tu felicidad, tu amor, tu armonía y tu luz.

Si tú NO decides como deseas vivir tu vida y dejas todo al azar o en las manos de los demás, entonces luego no te quejes cuando ese mañana se convierta en tu HOY y te des cuenta que has perdido tu propio poder y que estás viviendo de acuerdo a los deseos de otros en lugar de los tuyos.

Por eso hoy te invito a que te preguntes a ti misma no cómo será el futuro sino ¿CÓMO DESEAS QUE SEA TU FUTURO? y ¿QUÉ ESTAS HACIENDO AL RESPECTO?

¡Celebremos lo femenino!

Aun cuando el Día Internacional de la Mujer comenzó a celebrarse cada 8 de marzo desde 1909, la verdad es que yo no recuerdo haberlo celebrado nunca de pequeña.

La razón quizá sea que esta celebración se arraigo desde sus orígenes a la cultura de países principalmente en Europa del Este, Rusia y lo que fue la Unión Soviética, y solo en los últimos años ha llegado a convertirse en una fecha especial en los países de habla hispana.

Tradicionalmente en este día se festejan momentos importantes en la historia de la mujer.  Eventos en los cuales la mujer ha alcanzado los mismos privilegios que los hombres como lo son el derecho al voto y a ejercer cargos públicos.

También se ha usado este día para crear conciencia sobre ciertas problemáticas y temas específicos de la mujer actual, como lo fue el desplazamiento étnico en 2010, la violencia sexual en 2011 y la hambruna y pobreza este año.

En lo personal celebro el que nosotras las mujeres busquemos nuestro lugar y nuestra voz en este mundo que hasta ahora ha sido primordialmente masculino.  Pero siento que desafortunadamente muchas mujeres se han enfocado mas en convertirse ellas mismas en hombres que en fortalecer y enaltecer esas cualidades que son esencialmente femeninas y que nos distinguen de ellos.

No necesitamos convertirnos en hombres para llegar a ser personas integras y felices, ya que las mujeres no somos hombres.  Somos seres completamente diferentes con cualidades distintas.

Esto no quiere decir que las mujeres somos mejores que los hombres o que los hombres son mejores que nosotras.  SOMOS DIFERENTES.  Y eso está perfectamente bien.

La belleza es una cualidad femenina, como lo son la intuición, la sinceridad, la creatividad y la honestidad.

De la misma manera los hombres son lógicos, racionales, científicos y calculadores por naturaleza.

Todas estas cualidades, tanto femeninas como masculinas, viven dentro de todos nosotros: hombres y mujeres por igual.

Pero si nos olvidamos que lo importante es encontrar un EQUILIBRIO entre todas estas cualidades,y en lugar de eso dejamos a un lado nuestra esencia femenina, eso que somos por naturaleza, en nuestro afán de hacer de este “un mundo en donde todos somos iguales”, lo único que estamos logrando es matar poco a poco las cualidades femeninas que ya existen en nuestro corazón, y como resultado estamos creando un mundo todavía más masculino, en donde los hombres actuan como hombres ¡y las mujeres también!.

Por eso hoy, en el Día Internacional de la Mujer 2012, te invito a celebrar los logros de las miles de mujeres que nos han abierto el paso para llegar a SER quienes somos hoy, pero también te invito a que no olvides celebrar que antes que nada:

¡Somos mujeres, somos diferentes y que estamos orgullosas de ser FEMENINAS!

¿Cuál es tu carga?

Hay un cuento que me gusta mucho por su mensaje y porque cada vez que lo leo me hace reflexionar sobre todo eso que no he dejado fluir en mi vida por no permitirme vivir cada momento presente.

El cuento es anónimo, y no estoy segura si es de origen chino o japonés, pero va más o menos así:

“Dos monjes Zen iban cruzando un río cuando se encontraron con una mujer muy joven y hermosa que también quería cruzar, pero tenía miedo.

Así que un monje la subió sobre sus hombros y la llevó hasta la otra orilla.

El otro monje estaba furioso. No dijo nada, pero hervía por dentro. Eso estaba prohibido. Un monje budista no debía tocar una mujer y este monje no sólo la había tocado, sino que la había llevado sobre los hombros.

Recorrieron varios kilómetros. Cuando llegaron al monasterio, mientras entraban, el monje que estaba enojado se volvió hacia el otro y le dijo:

– Tendré que decírselo al maestro. Tendré que informarle acerca de esto. Está prohibido.

– ¿De qué estás hablando? ¿Qué está prohibido? -le dijo el otro.

– ¿Te has olvidado? Llevaste a esta hermosa mujer sobre tus hombros -dijo el que estaba enojado.

El otro monje se rió y le contestó:

– Sí, yo la llevé. Pero la dejé en el río, muchos kilómetros atrás. Sin embargo, tú todavía la estás cargando…”

Como el monje enojón del cuento, muchas veces insistimos inconscientemente en quedarnos “atoradas” en el pasado.  Nos olvidamos de dejar ir lo que nos molesta en el ayer y lo llevamos cargando por la vida dándole la importancia que ya no tiene en el hoy.

Gastamos nuestra energía en quejarnos de lo que fue, en lugar de ver las situaciones desde una nueva perspectiva.  No nos damos la oportunidad de crear nuestra propia vida día a día e instante a instante.

Por eso te invito hoy a reflexionar qué es eso que TÚ llevas cargando por la vida, qué es eso de lo que te necesitas liberar para vivir esta maravillosa aventura llamada vida más ligera y feliz.

¡Porque recuerda que la decisión de ser o no feliz siempre será TUYA y de nadie más!