Mujer completa

Siempre he dicho y compartido en este espacio mi visión de que como mujeres de 40ymas somos mujeres completas.

Somos mujeres completas porque tal como somos contamos con todo lo que necesitamos para SER felices y vivir la vida que deseamos.

Quizá a veces las circunstancias nos hacen olvidar nuestro propio poder, pero el hecho de que esto suceda no significa que no lo tenemos.

Ser una mujer completa no significa que no necesitas de nadie en tu vida, sino ¡muy al contrario! Cuando sabes en tu corazón que cuentas dentro de ti con todo el amor, la felicidad, la valentía, la fortaleza, la madurez y la autenticidad para alcanzar la plenitud, entonces la experiencia de compartir toda esa dicha con los demás se convierte en parte importante de tu vida.

Existe una reflexión que ha estado dando las vueltas en las redes sociales que habla precisamente de lo que es ser una mujer completa.  Este pensamiento ha sido atribuido a la Madre Teresa de Calcuta, una mujer sabia, entregada, compasiva y amorosa que ha servido como ejemplo a muchas de nosotras en nuestro camino de descubrirnos y amarnos más.

Comparto contigo la primera parte de esta hermosa reflexión esperando que te guste tanto como a mí:

Mujer completa

Por: Madre Teresa de Calcuta

Que nadie haya sido tan afortunado de darse cuenta la mina de oro que tu eres, no significa que brilles menos.

Que nadie haya sido lo suficientemente inteligente para darse cuenta que mereces estar en la cima, no te detiene para lograrlo.

Que nadie se haya presentado aún para compartir tu vida, no significa que ese día esté lejos.

Que nadie haya venido a alejar la soledad con su amor, no significa que debas conformarte con lo que sea.

Que nadie te haya amado con esa clase de amor que has soñado, no quiere decir que tengas que conformarte con menos.

Que aún no hayas recogido las mejores cosas de la vida, no significa que la vida sea injusta.

Que Dios esté pensando en un hermoso príncipe para ti, no significa que tu no seas ya reina.

Solo porque la situación no parece estar progresando por ahora, no significa que necesites cambiar nada.

Sigue brillando, sigue corriendo, sigue esperando, sigue viviendo, sigue siendo exactamente como tú eres: ¡Una mujer completa!

Espejito, espejito…

“… ¿quién es en este reino la más hermosa?” preguntaba cada mañana la madrastra de Blanca Nieves a su espejo. A lo que él fielmente le contestaba “Tu, mi reina, eres la más bella de todas.”

Todas sabemos muy bien como continua el cuento.  Un buen día el espejo le dio la mala noticia a la reina hechicera de que la pequeña Blanca Nieves era más bella que ella y que nunca podría cambiar eso.  ¡Y que se la cree!

¿A poco no nos pasa a muchas mujeres de 40 y más algo similar en algún momento de nuestras vidas?

Crecemos sabiendo que somos bellas, talentosas, fuertes, valientes y auténticas, pero en el momento que menos lo esperamos algo sucede, o alguien nos dice algo que nos hace dudar de nosotras mismas y de todo lo que podemos ser y hacer con nuestra vida.

Como la bruja malvada del cuento creemos todo eso que escuchamos, lo absorbemos y lo convertimos en parte de lo que somos.  Permitimos que un comentario o una acción de alguien nos afecte de tal manera que nuestro mundo interior se convierte en un desconcierto total, y como consecuencia nuestra vida entera se transforma en un reflejo de ese caos que estamos sintiendo.

Nuestra experiencia exterior se convierte en un reflejo de nuestra experiencia interior.

Así como la mala madrastra le echaba la culpa a la pobrecita Blanca Nieves de su propia desgracia a tal grado de mandarla matar, de la misma manera comenzamos a echarle la culpa de nuestra desdicha a quien se nos pare enfrente.  Cuando en realidad las únicas responsables de que nos sintamos felices o desgraciadas somos nosotras mismas.

Blanca Nieves no tenía la culpa de que su hermoso físico afectara a la bruja.  La misma bruja decidió que a menos que la princesita muriera ella no podría ser feliz… ¡y todo por lo que le dijo un espejo chismoso!

Por eso no permitas nunca que el ruido exterior afecte lo que ya sabes que tú eres.  No te dejes influenciar por chismes o comentarios malintencionados, y recuerda que es decisión de cada una de nosotras si elegimos convertirnos en brujas celosas y frustradas o en la mujer que realmente deseamos SER.

La verdadera riqueza

Ayer fui a dejar a mi hija a casa de una amiguita que vive en uno de los fraccionamientos más lujosos de la ciudad.  “Aquí vive la gente más rica de la ciudad, ¿verdad mami?”, fue su pregunta, la cual sonó más  bien a afirmación.

“No, le conteste sin pensarlo dos veces, porque si fuera así, yo viviría aquí”.

Esa corta platica me puso a reflexionar en todo eso por lo cual estoy agradecida en la vida.  En todas esas riquezas que he tomado por un hecho y que rara vez me detengo a apreciar realmente por vivir distraída y enfocada en tonterías.

Mi fortuna hoy en día es inmensa.  No la mido en tesoros físicos, sino en experiencias que han enriquecido mi vida durante mis 40 y más años de vida.

La existencia ha sido sumamente generosa conmigo y por eso le doy gracias.

Gracias, entre muchas otras cosas, porque…

  • No tengo una casa de lujo, pero tengo un hogar que comparto con una hija que amo y que me ama.
  • No tengo un auto de colección, pero tengo un cuerpo sano que me ayuda a conducirme firmemente por la vida.
  • No tengo una cuenta de banco con millones, pero cuento con millones de experiencias propias y compartidas conmigo por mujeres maravillosas que pertenecen a este espacio y que han depositado en mí su cariño y su confianza.
  • No tengo un avión propio, pero cuento con una capacidad creativa y de imaginación infinita que me lleva a atreverme a vivir experiencias exóticas y sumamente emocionantes.
  • No pertenezco a ningún club exclusivo, pero tengo amigos sinceros y una familia que me ama como soy.
¿Y TÚ, te has puesto a pensar alguna vez cual es TU verdadera riqueza?

Tu Venus interior

El día de ayer fue muy especial ya que sucedió un fenómeno que pocas personas tienen la oportunidad de ver en su vida: el transito del planeta Venus entre el Sol y nuestro planeta.

Este es un fenómeno que se dio la última vez en 2004 y no volverá a suceder hasta 2117. Mientras que este es un evento muy importante astronómicamente hablando, a mi me ha invitado también a la reflexión.

Venus, como muchas de ustedes saben, representa a la mujer y sus cualidades.  Los antiguos romanos consideraban a Venus la diosa de la belleza, el amor, la fertilidad y la prosperidad (es la misma diosa que en Grecia se conoce como Afrodita).

El Sol, por su lado, es nuestra fuente de energía vital.  Sin el sol simplemente no habría vida en esta Tierra.

Así que lo que sucedió ayer es como una representación de lo que a muchas de nosotras nos está sucediendo después de los 40: finalmente estamos permitiendo que nuestra Diosa interior, esa energía femenina que todas tenemos dentro, se manifieste en nuestra energía vital.  Es decir, estamos viviendo nuestra femineidad como un elemento crucial de nuestro SER.

Ahora bien, este fenómeno se dio también en 2004. Creo que esto también nos invita  a reflexionar un poco sobre como ha sido nuestro camino desde entonces.  Creo que aunque muchas de nosotras nos sentimos quizá un poco frustradas en donde estamos ahora, ya sea debido a una relación disfuncional, un problema económico, o cualquier otra situación, la realidad es que nos encontramos en un espacio muy distinto al que estábamos hace 8 años.

¡Date crédito por esos cambios que has vivido y que te hacen la mujer que eres hoy!

Y si algo de la mujer que eres en este 2012 no te gusta o no te sirve ¡sácalo de tu vida!  Recuerda que tú eres energía femenina en acción y tienes la fuerza para SER quien deseas ser.

Y nunca permitas que NADIE te diga lo contrario.