Sin temor a equivocarme, estoy segura que todas las mujeres de más de 40 hemos extrañado algo o a alguien alguna vez en nuestras vidas. Es totalmente normal el creer que una persona o un lugar especial fueron tan importantes para nosotras que nos sentimos de alguna manera “incompletas” si no están más presentes.
En francés se dice “tu me manques” cuando quieres expresar que extrañas a alguien, literalmente se traduce como “tú me haces falta”. Pero, ¿te has puesto alguna vez a pensar si lo que echas de menos, o lo que “te hace falta”, es la persona o el cómo te sentiste cuando estabas con esta persona?
Cuando reconoces que tú eres quien decide tu experiencia y que tú decides como responder a cada momento que se te presenta, te das cuenta que no necesitas a alguien o algo específico en tu vida para sentirte bien.
Con esto no quiero decir que está mal extrañar a alguien querido que está lejos o que falleció, o recordar con algo de nostalgia un momento o lugar donde has vivido algo lindo; lo que creo que es importante es darnos cuenta que cuando alguien sale completamente de nuestra vida – por cualquier circunstancia – es totalmente nuestra decisión si nos quedamos atoradas en el recuerdo de lo que sentimos cuando estábamos con él o con ella, o si elegimos crear nosotras mismas el mismo sentimiento sin la necesidad de esa persona.
Si echas de menos a alguien que te hacía sentir sexy, o inteligente, o divertida, o joven, recuerda que lo que extrañas es el sentimiento y que tú misma tienes todo el poder para seguir sintiéndote igual ya que tú eres todas esas cosas ¡y más!
Por eso la próxima vez que te encuentres extrañando a alguien que ya no es parte de tu vida, te invito a analizar qué es realmente lo que sientes, y a recordar que tú no necesitas de esa persona para ser la mujer maravillosa que ya eres.