Ellas lo hicieron por primera vez después de los 40

Hoy tengo el gusto enorme de anunciar a las ganadoras del concurso “Lo que hice por primera vez después de los 40”.

Debo confesar que fue un verdadero reto elegir a las ganadoras ya que todas, absolutamente  todas las participaciones que recibimos (¡que fueron muchísimas!) son realmente EXCELENTES.

Quiero agradecer de todo corazón a cada una de las participantes por compartir sus historias que son  motivadoras y conmovedoras a la vez.  Historias de logros que reflejan todo lo que es posible cuando nosotras decidimos que así lo sea: terminar nuestros estudios, abrir nuestro propio negocio, comenzar a hacer un deporte, disfrutar plenamente de la vida, ser madres, ser nosotras mismas y ser todo eso que deseamos SER, sin limitaciones ni complejos.

Las tres historias ganadoras representan diferentes facetas de nuestro gran mundo de posibilidades por hacer después de los 40.  Sus historias serán publicadas en este espacio de 40ymas.com durante el mes de marzo, que es el mes en el que se celebra el Día Internacional de la Mujer y también el segundo aniversario de 40ymas.com.

Y ahora si… las ganadoras (en orden alfabético) son:

¡Muchas felicidades y gracias a todas por su participación!

Las invito a seguir demostrándole al mundo que la edad nunca será un obstáculo para lograr nuestros sueños.

Decir adiós

A tan solo unos días de que se acabe el año es un buen momento de hacer una pequeña pausa en nuestro ocupado calendario de eventos sociales para reflexionar sobre lo que este momento significa para cada una de nosotras.

Estamos en un momento de transición entre dos ciclos de nuestra vida. Entre el año que termina y el que comienza.  Es momento de decir adiós a una etapa y darle la bienvenida a otra, y esto no tiene porque ser un simple cambiar de hoja en el calendario: ¡es una buena oportunidad de analizar que es todo aquello que ya no nos sirve en nuestra vida para hacerle espacio a lo nuevo!

Y no, no estoy refiriéndome a decirle adiós al contenido de tu armario para hacerle espacio a los regalos que recibiste esta Navidad. Aunque, sí, ¡para algunas de nosotras esa quizá también sería una buena idea!

Me estoy refiriendo a darle finalmente cierre a esas relaciones y situaciones que no nos ayudan a SER quienes somos, que nos hacen sentirnos infelices y que, precisamente por eso, probablemente no las necesitamos.

En mi opinión, cuando le damos nuestro amor y aceptación incondicional a alguien, le estamos dando un regalo maravilloso. Pero si la otra persona decide usar o no ese regalo para crecer en amor es algo sobre lo cual nosotras no tenemos control alguno.

Y hay que ser realistas. Cuando alguien te da una cachetada en la cara tienes dos opciones: poner la otra mejilla o retirarte.

Yo pasé muchos años de mi vida poniendo la otra mejilla hasta que me di cuenta que es más fácil, más seguro y más sano amar a ciertas personas a la distancia. Fue hasta que aprendí a amarme y respetarme a mi misma lo suficiente que comprendí que no importa que tan amorosa y buena sea con una persona, si esa persona no tiene la capacidad de recibir ese regalo con consideración y amor, entonces es mejor amarla o amarlo de lejos.

Este es un mundo maravilloso y hay muchas personas maravillosas en él.  Pero también existen aquellos que ven la vida como una serie de problemas sin fin, y somos nosotras las que tenemos la opción de elegir cuánto del dolor y del drama de su “complicada” vida queremos hacer parte de la nuestra.

Por eso, en estas últimas horas del 2010 te invito a reflexionar si existe alguna situación o relación en tu vida a la cual deseas decir adiós junto con el año viejo, y a sentirte agradecida por esas situaciones y relaciones que te llenan de gozo y amor.

¡Feliz Año Nuevo!

Tu verdad

No hay nada más personal, más único y más tuyo que tu propia verdad. Y eso es algo que muchas mujeres lamentablemente no nos damos cuenta hasta después de que cumplimos 40 años de edad.

Al leer esto quizá te preguntes ¿a qué se refiere Blanca con eso de “tu verdad”?  Tu verdad es tu esencia, simple y sencillamente eso.

Tu verdad es esa serie de principios y sentimientos que definen quien ERES, que es lo que estás siendo en este mundo y que es lo que deseas ser y hacer con tu vida.  Tu verdad se encuentra dentro de tí y la reconoces en momentos de retro inspección.  Nunca la encontraras en tu mundo exterior, sino en tu mundo interior.

Tu verdad no es eso que haces, es eso que ERES.

Desafortunadamente, muchas personas pasamos una vida viviendo la verdad de los demás. Lo hacemos por miedo.  Por miedo al rechazo, por miedo al “¿qué dirán?”, por miedo a ser libres y por miedo a tomar las riendas de nuestra propia vida.  Porque es mucho más cómodo y fácil creer en la verdad de los demás.

Cuándo seguimos la verdad de nuestros padres, o nuestros maestros, o nuestra pareja, o nuestros hijos, o nuestro jefe, o los medios de comunicación, estamos huyendo de la responsabilidad que implica crear nuestra vida y nuestras posibilidades en base a lo que nosotras mismas sentimos y lo que somos.

Cuando identificas tu verdad y vives tu verdad te fortaleces de tal manera que no importa lo que te digan los demás.  Tú sabes que te encuentras en el camino correcto y todo lo que tienes que hacer es estar preparada a adaptarte y a aceptar los cambios que se te presenten a lo largo de ese camino.

Tu verdad te da la sabiduría necesaria para no cerrar los oídos y el corazón a comentarios y consejos de los que te rodean, mientras que tú y solo tú eres la que decide el camino a seguir en esta bella aventura llamada vida.

¡Te invito a reflexionar sobre cuál es TU VERDAD y a vivirla plenamente, sin limitaciones, sin complejos, en libertad y con amor!

Lo que dejamos escapar

Cuando tenemos poco  tiempo libre dejamos de llamar a nuestros seres queridos. Cuando el trabajo nos tiene ocupadas, dejamos de hacer esas cosas que más nos gustan con la gente que más queremos. Cuando el mundo parece ser un completo caos, nos aislamos de las personas que son importantes para nosotros.

Y, sin embargo…

(¡Cómo me gusta esa frase: “sin embargo”….!)

Y, sin embargo, esto es precisamente lo que más necesitamos en esos momentos. Lo que más necesitamos es aquello que dejamos escapar. Necesitamos de una red de amigas  y personas queridas.

Y sin embargo, no hacemos lo suficiente para mantenerlos cerca de nosotras.

Mi experiencia personal es que cuando yo paso por momentos así, tengo que hacer un esfuerzo extra por seguir al pendiente  de las personas que amo y no perder la costumbre de comunicarme con ellas. Trato de mantenerme enfocada en el futuro, en mis planes y proyectos, sin olvidar continuar en contacto con las personas que forman parte de mi presente.

Estas son tres cosas que ayudan a no alejarnos de esas personas importantes en nuestra vida:

  1. Haz una lista clara de cuáles son tus objetivos personales en cuanto a tus relaciones a corto y largo plazo.  Por ejemplo: ¿Llamar a tu hermana una vez a la semana? ¿Visitar a tu prima favorita una vez al mes? ¿Escribir un email a tu amiga del alma que vive lejos cada quince días?
  2. Utiliza recordatorios: una agenda, notitas, lo que te acomode ¡Nadie espera que te acuerdes de todo y de todos de memoria!
  3. Crea el hábito de comunicarte con esas personas importantes y crear esos momentos especiales juntos. Si no lo haces todos los días, eventualmente lo dejaras de hacer para siempre.

Si alguien es importante para ti, ¡díselo! Dile lo que sientes por él o ella.  Dile que recuerdas las risas y las tristezas compartidas.  Dile que estas agradecida porque que forma parte de tu vida aunque no tengas la oportunidad de decírselo regularmente.

Recuerda que uno de los tesoros más hermosos que tenemos en este mundo son nuestras relaciones.  ¡No hay que dejarlas escapar!