No hay nada más personal, más único y más tuyo que tu propia verdad. Y eso es algo que muchas mujeres lamentablemente no nos damos cuenta hasta después de que cumplimos 40 años de edad.
Al leer esto quizá te preguntes ¿a qué se refiere Blanca con eso de “tu verdad”? Tu verdad es tu esencia, simple y sencillamente eso.
Tu verdad es esa serie de principios y sentimientos que definen quien ERES, que es lo que estás siendo en este mundo y que es lo que deseas ser y hacer con tu vida. Tu verdad se encuentra dentro de tí y la reconoces en momentos de retro inspección. Nunca la encontraras en tu mundo exterior, sino en tu mundo interior.
Tu verdad no es eso que haces, es eso que ERES.
Desafortunadamente, muchas personas pasamos una vida viviendo la verdad de los demás. Lo hacemos por miedo. Por miedo al rechazo, por miedo al “¿qué dirán?”, por miedo a ser libres y por miedo a tomar las riendas de nuestra propia vida. Porque es mucho más cómodo y fácil creer en la verdad de los demás.
Cuándo seguimos la verdad de nuestros padres, o nuestros maestros, o nuestra pareja, o nuestros hijos, o nuestro jefe, o los medios de comunicación, estamos huyendo de la responsabilidad que implica crear nuestra vida y nuestras posibilidades en base a lo que nosotras mismas sentimos y lo que somos.
Cuando identificas tu verdad y vives tu verdad te fortaleces de tal manera que no importa lo que te digan los demás. Tú sabes que te encuentras en el camino correcto y todo lo que tienes que hacer es estar preparada a adaptarte y a aceptar los cambios que se te presenten a lo largo de ese camino.
Tu verdad te da la sabiduría necesaria para no cerrar los oídos y el corazón a comentarios y consejos de los que te rodean, mientras que tú y solo tú eres la que decide el camino a seguir en esta bella aventura llamada vida.