Tu verdad

No hay nada más personal, más único y más tuyo que tu propia verdad. Y eso es algo que muchas mujeres lamentablemente no nos damos cuenta hasta después de que cumplimos 40 años de edad.

Al leer esto quizá te preguntes ¿a qué se refiere Blanca con eso de “tu verdad”?  Tu verdad es tu esencia, simple y sencillamente eso.

Tu verdad es esa serie de principios y sentimientos que definen quien ERES, que es lo que estás siendo en este mundo y que es lo que deseas ser y hacer con tu vida.  Tu verdad se encuentra dentro de tí y la reconoces en momentos de retro inspección.  Nunca la encontraras en tu mundo exterior, sino en tu mundo interior.

Tu verdad no es eso que haces, es eso que ERES.

Desafortunadamente, muchas personas pasamos una vida viviendo la verdad de los demás. Lo hacemos por miedo.  Por miedo al rechazo, por miedo al “¿qué dirán?”, por miedo a ser libres y por miedo a tomar las riendas de nuestra propia vida.  Porque es mucho más cómodo y fácil creer en la verdad de los demás.

Cuándo seguimos la verdad de nuestros padres, o nuestros maestros, o nuestra pareja, o nuestros hijos, o nuestro jefe, o los medios de comunicación, estamos huyendo de la responsabilidad que implica crear nuestra vida y nuestras posibilidades en base a lo que nosotras mismas sentimos y lo que somos.

Cuando identificas tu verdad y vives tu verdad te fortaleces de tal manera que no importa lo que te digan los demás.  Tú sabes que te encuentras en el camino correcto y todo lo que tienes que hacer es estar preparada a adaptarte y a aceptar los cambios que se te presenten a lo largo de ese camino.

Tu verdad te da la sabiduría necesaria para no cerrar los oídos y el corazón a comentarios y consejos de los que te rodean, mientras que tú y solo tú eres la que decide el camino a seguir en esta bella aventura llamada vida.

¡Te invito a reflexionar sobre cuál es TU VERDAD y a vivirla plenamente, sin limitaciones, sin complejos, en libertad y con amor!

Lo que dejamos escapar

Cuando tenemos poco  tiempo libre dejamos de llamar a nuestros seres queridos. Cuando el trabajo nos tiene ocupadas, dejamos de hacer esas cosas que más nos gustan con la gente que más queremos. Cuando el mundo parece ser un completo caos, nos aislamos de las personas que son importantes para nosotros.

Y, sin embargo…

(¡Cómo me gusta esa frase: “sin embargo”….!)

Y, sin embargo, esto es precisamente lo que más necesitamos en esos momentos. Lo que más necesitamos es aquello que dejamos escapar. Necesitamos de una red de amigas  y personas queridas.

Y sin embargo, no hacemos lo suficiente para mantenerlos cerca de nosotras.

Mi experiencia personal es que cuando yo paso por momentos así, tengo que hacer un esfuerzo extra por seguir al pendiente  de las personas que amo y no perder la costumbre de comunicarme con ellas. Trato de mantenerme enfocada en el futuro, en mis planes y proyectos, sin olvidar continuar en contacto con las personas que forman parte de mi presente.

Estas son tres cosas que ayudan a no alejarnos de esas personas importantes en nuestra vida:

  1. Haz una lista clara de cuáles son tus objetivos personales en cuanto a tus relaciones a corto y largo plazo.  Por ejemplo: ¿Llamar a tu hermana una vez a la semana? ¿Visitar a tu prima favorita una vez al mes? ¿Escribir un email a tu amiga del alma que vive lejos cada quince días?
  2. Utiliza recordatorios: una agenda, notitas, lo que te acomode ¡Nadie espera que te acuerdes de todo y de todos de memoria!
  3. Crea el hábito de comunicarte con esas personas importantes y crear esos momentos especiales juntos. Si no lo haces todos los días, eventualmente lo dejaras de hacer para siempre.

Si alguien es importante para ti, ¡díselo! Dile lo que sientes por él o ella.  Dile que recuerdas las risas y las tristezas compartidas.  Dile que estas agradecida porque que forma parte de tu vida aunque no tengas la oportunidad de decírselo regularmente.

Recuerda que uno de los tesoros más hermosos que tenemos en este mundo son nuestras relaciones.  ¡No hay que dejarlas escapar!

Tu hada madrina

Cierra tus ojos e imagina que eres una princesa de uno de los cuentos que te gustaban cuando eras una niña.  Tu hada madrina aparece y te dice que te concede tres deseos.  ¿Qué pedirías?

Tres deseos…

Ahora recuerda que TÚ eres la creadora de tu propia vida.  Tú tienes el poder de elegir como quieres vivir cada momento presente en tu camino y también tienes el poder de elegir como te quieres relacionar con cada persona, cada circunstancia, cada cambio y cada experiencia.  Tú tienes todas las herramientas necesarias para crear tu destino.  Es decir:  tú tienes en tus manos la posibilidad y el poder de realizar TODOS tus sueños y tus deseos.

SI CREES EN TÍ MISMA, TÚ PUEDES REALIZAR TODO LO QUE DESEAS. ¡No necesitas del hada madrina del cuento…ya que el hada madrina vive dentro de ti!

Mientras que tus deseos sean originados en tu alma y tu corazón – y no sean deseos basados en el ego – tú tienes el poder necesario para hacerlos realidad.

Para distinguir si tus deseos y decisiones en la vida están siguiendo los mandatos de tu corazón y de tu alma, en lugar de las aspiraciones de tu ego, hazte estas simples preguntas:

  • “¿Es mi deseo o decisión lo más positivo que puedo elegir?”
  • “¿Mi deseo o decisión está libre de temores?”
  • “¿Mi deseo o decisión es lo mejor que nos puede suceder a todas las personas involucradas?”

Si tu respuesta es SÍ a las tres preguntas: ¡Felicidades, te encuentras en el camino perfecto para convertir tus deseos en realidad!

Si tu respuesta es NO a cualquiera de esas tres preguntas, entonces medita sobre lo que tu corazón, y no tu ego, realmente desea e identifica esos tres deseos que tu hada madrina interna está ansiosa por concederte.

¿Cómo encontrar el amor verdadero?

Este artículo no es un guía “Cosmo” para encontrar novio.  Hoy no hablaré de que ropa y maquillaje usar para atraer a un hombre a tu vida.

Esta es una reflexión sobre cómo podemos alcanzar el amor verdadero: esa fuerza renovadora que mantiene la armonía en nuestra vida y que es la esencia pura de lo que cada una de nosotras somos.

Para empezar no hay que confundir el enamoramiento con el verdadero amor.

El enamoramiento es una forma del apego que conduce a la dependencia.  Es eso que nos hace sentir que “no podemos vivir sin el otro”, igual que un alcohólico no puede vivir sin la bebida o un drogadicto sin las drogas.  El enamoramiento es como un bastón que usamos para apoyarnos en la otra persona en lugar de llevarla a nuestro corazón para liberarla y liberarte tú misma.

El verdadero amor tiene una propiedad fundamental que es la libertad y SIEMPRE lleva a la libertad.

Para alcanzar el amor verdadero debemos confiar en nuestra verdad y seguir todo eso que nuestro corazón nos dicta:

  • No tengo que convertirme en la modelo de los sueños y deseos de los demás
  • No tengo que ser ni más ni menos de lo que SOY
  • Tengo el derecho a crear mi propia vida
  • Si no me amo a mi misma no voy a encontrar a nadie que me ame verdaderamente – ya que el amor produce amor
  • Si me amo voy a encontrar el amor; y si no me amo voy a encontrar un gran vacío
  • Si me acepto a mi misma puedo cambiar aquello que no me sirve, ya que ¡la vida es cambio y el cambio es vida!

¡Amemos de verdad y a disfrutar del AMOR!