Todo, absolutamente todo en este mundo se encuentra en constante movimiento y en un proceso de cambio continuo: nuestras relaciones, nuestro cuerpo, nuestro trabajo…
Si algo no cambia es simple y sencillamente porque está muerto.
Hasta aquello que consideramos del mundo material tarde o temprano muestra señales de cambio: las paredes de una casa comienzan a llenarse de grietas, los tornillos de la podadora de césped se oxidan, la tela de las cortinas cambia de color debido al sol…
Si el cambiar es un proceso natural, entonces ¿por qué a veces nos es tan difícil aceptar los cambios en nuestra vida?
La respuesta se encuentra dentro de cada una de nosotras, ya que en el proceso de crear nuestras propias vidas:
(1) somos nosotras mismas las que hacemos que los cambios se presenten en nuestro camino, y
(2) somos nosotras mismas las que elegimos como vivirlos.
Así es, cada una es creadora de su propia vida y cada experiencia la vivimos de acuerdo a como escogemos vivirla. Somos seres dotados de algo maravilloso que se llama libre albedrío, lo cual significa que gozamos con el poder de decidir cómo nos relacionamos con cada situación: ¿Con miedo? ¿Con angustia? ¿Con celos? ¿Con enojo? ¿Con alegría? ¿Con amor?
Por eso te invito a preguntarte a ti misma no si habrán cambios en tu vida, sino QUE TIPO DE CAMBIOS habran en tu vida y como eliges vivirlos.
Y en esa reflexión las dejo con un anuncio de Saga Falabella, que aunque no es nuevo, ilustra maravillosamente bien el mensaje que comparto con ustedes el día de hoy: